«Te veo bien» – dice tu amig@.
Y asientes con la cabeza. Estás bien. O al menos, eso parece.
Exteriormente estás bien, como siempre.
Pero tu amigo no conoce eso que tienes ahí dentro.
No te molesta mucho, pero en el fondo sabes que está ahí. Reclama su tiempo de vez en cuando.
No sabes cómo llamarlo, pero es una sensación de falta de control.
Cómo son las cosas, con lo controlador/a que tú eres.
En fin, hay que terminar de cenar que mañana espera otro día duro.
Otro día como el de hoy.
Como el de mañana.
Como el de pasado mañana.
Como el de siempre.
¿Y qué pasó con ese/a joven que sabía que era diferente?
¿Que se iba a comer el mundo después del instituto?
O mejor, ¿después de la Universidad?
Llegó el trabajo, luego la crisis, la apatía y el desánimo.
Ya no. Dejaste lo de ser diferente para otro momento. Lo de comerse el mundo para otros. Dejaste de creer en ti.
Ahora es tiempo de agarrarse a un clavo ardiendo e ir tirando.
Y así vas, tirando.
Tu amig@, el mismo que te dijo que te veía bien, también «va tirando».
Y su novia también.
Y día tras día, eres uno más de los que va cavando la gran fosa que albergará a los que «van tirando».
Los que viven por inercia. Porque ahora toca eso.
Hay un momento en la vida (ojalá sea hoy) en el que te vas a tener que hacer la siguiente pregunta: ¿qué estoy haciendo con mi existencia en este planeta?
Quédate con la fecha de hoy porque será uno de los mejores días de tu último año.
Lo que hoy te propongo es pararte a pensar cómo podrías liderar tu vida.
Esto es, cómo dominar tu tiempo y tu energía, conocer tus deseos y descubrir tus talentos para servir a otras personas.
Ya cambiamos de siglo hace tiempo. El siglo XXI ha pegado fuerte con la globalización y la era de la información.
No ha habido un precedente en la historia en el que hayamos tenido tan innumerables posibilidades de acceder a información y oportunidades de crecimiento que el que tenemos hoy en día con Internet.
El siglo XXI ha cambiado de paradigma nuestra sociedad y ya es hora de que alguien te lo diga.
Ahora no se trata de dedicarte a lo que más salidas tiene ni de «ir tirando». Ese estilo de vida se quedó rezagado con el siglo XX. El siglo XXI va a exigirte tanto personal como profesionalmente tu mejor versión.
Y todo eso empieza con encontrar el sentido de lo que haces.
Y, deshilando la madeja, encontrar el propósito de tu vida.
No es algo filosófico compañer@. Es la nueva base sobre la que vas a construir tu próspero futuro. ¿Cuál? El que tú decidas construir.
Es el marco al que sostenerte cuando te sientas perdido, cansado, desmotivado o abrumado.
Es encontrar un sentido a lo que te queda por vivir. Definir tus prioridades, conocer lo que es importante para ti y hacer las cosas con un propósito.
Un propósito último de vida, no sólo intercambiar tiempo por dinero de lunes a viernes, salir de fiesta los sábados y descansar, vaguear o entretenerte los domingos.
Y así dejar de»ir tirando». Semana tras semana. Mes tras mes. Año tras año.
Porque ya has llegado a un punto en el que ya no gusta tanto celebrar los años.
Así que, ¿qué piensas hacer, ahora que llega el resto de tu vida?
Esto lo podría haber escrito alguien a finales de 2016 y ser yo el que estuviera en tu lugar. Leyéndolo.
Yo me sentía así. Sin un rumbo fijo. Sin un para qué definido.
Simplemente con la mentalidad de que es un momento que hay que pasar y «a ver qué tal se da» en unos años.
La verdad es que vivía por inercia. Sin preguntarme para qué hacía lo que hacía.
Sin darme verdaderamente cuenta del mes en que vivía (me daba igual Febrero que Mayo), y si era 2002 o 2015.
Y cuando quise darme cuenta, ya habían pasado 8 años desde que España «entró en crisis». Hoy ya vamos por 11.
Cuesta creerlo, pero sí, son 11 años. Un tercio de mi vida.
¿Has hecho algo que aporte sentido a tu vida en estos 11 años? ¿Has encaminado tu vida a donde querías? Yo no lo hice (al menos hasta finales de 2016).
No por las circunstancias, sino porque no sabía a dónde quería encaminarla.
«- ¿Podría decirme qué camino debo tomar?
– Eso depende en gran medida de a dónde quieras ir -dijo el gato.
– No me importa mucho… respondió Alicia.
– Entonces no importa hacia dónde vayas.»
Alicia en el país de las maravillas
Y te guste reconocerlo o no, tú también eres o has sido Alicia en muchos momentos. Igual que yo.
La diferencia es que a finales de 2016 decidí liderar mi vida. Adentrarme en lo desconocido y arriesgar.
Lo hice sin ayuda, sin plan y sin éxito asegurado.
La diferencia es que tú, a partir de hoy, tienes mi ayuda para empezar ese cambio. Y un plan de apoyo para conseguirlo.
Y el cambio al que me refiero es un cambio de consciencia. Y esta palabra es la que diferencia a los que ponen vida a sus años de los que ponen años a su vida.
Y algo simple pero efectivo que me hizo tener un cambio genuino de consciencia fue una serie de preguntas que fui encontrando en diferentes libros y videos de autores de referencia.
A raíz de ellas, empecé a preguntarme algunas otras. Y el resultado fue claridad de ideas y de sentido de vida.
La definición de una especia de brújula interior, para llevar poco a poco mi vida a alinearse con ese propósito.
De esta forma, he recopilado en una lista esas preguntas con el fin de ayudarte a encontrar ese rumbo a tu deriva.
El resultado es un librito (pdf) de 10 minutos de lectura que he titulado «Las 15 exitosas técnicas que yo apliqué para que descubras hoy tu verdadero propósito en la vida».
Es totalmente gratuito y puedes leerlo aquí.
Además puedes conocer en este enlace lo que te prometo en el librito: compartir contigo mi propósito de vida.
Honestamente te digo que después de responder a esas 15 preguntas vas a ver las cosas de otra forma y habrás puesto la primera piedra (aunque sea pequeña) para un futuro liderado por ti, no por las circunstancias.
Nos vemos en el blog.
Con cariño,
Miguel Ángel