¡Compartir es mejorarnos!
Aún no te has dado cuenta pero adoptar un set de buenos hábitos te puede ayudar una barbaridad en tu día a día.
Y tú me dirás: Miguel, practicar un hábito no me quita de tener que ir a ese trabajo que odio, o no me hace ganar más dinero, o no me hace tener más tiempo durante el día…
Siento contestarte que estás equivocado (en realidad no lo siento, sino que me alegro).
A continuación te voy a mostrar los pasos para crear mini hábitos, esa solución tan genial para conseguir adoptar los hábitos que desees con poco tiempo y esfuerzo.
Cómo resolver parte de tus problemas
Primeramente quiero que entiendas en este contexto la palabra “problema” como “situación a resolver”.
La realidad es que los hábitos inciden directamente en muchos de los problemas que actualmente tienes y, en los que aparentemente no guardan relación, también tienen mucho que decir.
Desde luego practicar el hábito de aprender sobre inteligencia financiera (como por ejemplo tener una cuenta de gastos) te hará ahorrar dinero, así como saber cómo ser más productivo y gestionar tus prioridades te ahorrará varias decenas de minutos al día (varias decenas, has oído bien), que puedes invertir en otras cosas.
Tener los hábitos apropiados también puede verse reflejado en tu crecimiento profesional. Hábitos como aumentar tu productividad (sacar el trabajo en menos tiempo), leer un super libro cada 15 días sobre desarrollo personal o sobre conocimientos que necesites en tu puesto o aprender sobre inteligencia emocional son buenos ejemplos de ello.
Ahora bien, otra cosa es que en tu actual trabajo quieras ser más productivo.
Y otra cosa es que quieras tener más conocimientos o tener mejores relaciones con los demás trabajadores.
Esto es un problema de raíz, y es el hecho de no gustarte a lo que te dedicas actualmente o de no compartir los valores de tu empresa.
En un próximo artículo voy a tratar este tema más detenidamente.
Pero volviendo a lo anterior, hemos visto que hay hábitos que inciden directamente sobre parte de tus problemas y pueden ser una solución a ellos.
También quiero que te des cuenta de que hay ciertos hábitos que influyen indirectamente en otros de tus problemas.
Ir a un trabajo que no te gusta puede ser menos mortífero si practicas deporte, duermes bien, te alimentas correctamente, descansas correctamente cuando trabajas, guardas un ratito de silencio al día, te rodeas de las personas adecuadas, no te tomas las cosas personalmente, tienes claro por qué estás en ese trabajo (y tienes un plan de acción en el que, al menos momentáneamente, te toca estar allí)…
Todo eso son hábitos, y puedes practicarlos cada día ajustando 2 o 3 cosas en tu rutina actual. Relee el párrafo anterior, no es broma.
Tampoco es ciencia ficción, créeme. Pequeños cambios dan grandes resultados normalmente.
La clave está en conocer esos pequeños cambios que podrías realizar.
En este blog te doy ideas cada semana de esos pequeños cambios (que no son más que nuevos hábitos a formar).
Te quiero pedir que elijas uno de esos cambios (el que más desees, ese hábito que de sobra sabes que te vendría de maravilla adoptar) y que sigas leyendo.
El primer paso es reconocer lo que haces queriendo, lo que haces sin querer hacerlo y lo que realmente deseas hacer
Antes de entrar en materia quiero exponerte la diferencia entre querer y desear algo.
Si decides que quieres un cambio, pero no lo deseas, probablemente no lo consigas.
El primer paso es reconocer lo que haces queriendo, lo que haces sin querer hacerlo y lo que realmente deseas hacer.
Mi recomendación: dedícate un tiempo a conocer qué DESEAS cambiar. Haz caso a ese fuego interior, a esa motivación interna. Ese problema que algunas veces te aparece en sueños en forma de pesadilla.
Una vez que DESEES cambiar algo, te presento el siguiente paso.
Crea mini hábitos
La mejor forma de crear ese hábito que siempre has deseado pero que nunca has conseguido es empezando pequeño: transfórmalo en un mini hábito.
Como ya descubriste en este artículo introductorio, los mini hábitos requieren un esfuerzo casi nulo y no son más que acciones tan ridículamente fáciles que serás exitoso en todos los casos.
Ese 100% de éxito te brinda una satisfacción interior que te catapulta a querer seguir practicando esa actividad y te refuerza de nuevo el éxito.
Ejemplos de mini hábitos son:
♦ Realizar una flexión al día
♦ Leer una página de un super libro al día
♦ Dar las gracias por 1 cosa que te haya pasado en el día
Por favor, lee esta completa mini guía con todo lo que es necesario que sepas sobre el concepto de mini hábitos.
¿Y con acciones tan simples puedo consolidar un hábito?
Precisamente por eso, porque son simples, el hábito lo formarás sin casi esfuerzo y (aquí viene lo mejor) una vez que tengas el hábito de, por ejemplo, leer una página al día, te será muuuuuuucho más fácil “escalar”, y proponerte leer más (5 páginas al día por ejemplo).
Pero cómo ir subiendo ya es otro tema aparte. Comencemos por el principio.
7 Pasos para crear mini hábitos
A continuación vas a aprender 7 simples pasos para llegar a crear un mini hábito correctamente. Sólo tienes que seguir el orden y confiar en el resultado. Funciona.
Paso 1: Elabora un pequeño plan
Uno vez que ya has elegido el mini hábito que quieres adoptar (ese que deseas), es hora de elaborar un pequeño plan.
Puedes practicar varios mini hábitos cada día, aunque te aconsejo que empieces sólo por uno.
Haz una semana de prueba y observa las dificultades que tienes con él y las repeticiones “bonus” que haces.
Muy seguramente estés haciendo más de lo requerido (eso hace que te sientas muy bien) » .
Para la elaboración del plan, ten en cuenta los siguientes factores:
- Tiempo: ¿cómo de ocupado estás diariamente? –> sé realista.
- Fuerza de voluntad: ¿cómo de fuerte es tu fuerza de voluntad?
- Tú: ¿estás comprometido con ese mini hábito?
- Meta: ¿qué meta a largo plazo deseas conseguir? Puede ser bajar de peso, leer a más velocidad, lucir un cuerpo más esbelto, ser capaz de hablar en público con soltura…
Vamos a suponer que tu meta es ésta última: hablar en público sin ponerte nervioso y superar ese miedo que tienes.
A continuación, piensa cómo puedes conseguirlo a largo plazo. En este caso podrías impartir talleres o conferencias cada 15 días.
Divide en sub-metas (hábitos)
Después, divide estas sub-metas anteriores en pequeñas acciones, que dan lugar a hábitos (normalmente diarios).
En este caso, puedes agendar unos minutos al día para grabarte hablando sobre el tema que más te guste (ya sea fútbol, cine o música). En definitiva, algo que controles.
O imaginarte cómo dirías ese discurso (mentalmente) si estuvieras enfrente de un público.
Divide en acciones ridículamente simples (mini hábitos)
Ahora que ya tienes el hábito, divídelo de nuevo en algo más simple, ridículo y fácil de realizar cada día.
En este ejemplo, podría ser pasar un minuto al día en tu habitación (mejor si nadie te ve, a mí tampoco me gusta parecer un loco o una loca ) realizando un discurso (en voz alta o mentalmente) sobre un tema que domines, imaginándote que lo estás contando a varias personas.
Puedes ponerte de pie y, sobre todo, vigila tu comunicación no verbal (gestos con las manos, pausas, postura del cuerpo, etc).
Además puedes ver una vez a la semana algunos minutos de videos de grandes oradores (truco: para aprender su comunicación no verbal, fíjate en sus gestos quitando la voz del video).
Como ves, se trata de ir de una meta (macro) a un mini hábito fácil y sencillo (micro).
Si elaboras un breve plan que crees que será exitoso, muy probablemente lo llegue a ser.
Paso 2: Pregúntate ¿Por qué? hasta que no puedas responder
Cuando te preguntas ¿por qué? varias veces, llegas al corazón del tema en cuestión.
Cuando tus respuestas sean las mismas (no puedas ahondar más) has encontrado la razón.
Siguiendo con el ejemplo anterior, ésta podría ser la primera pregunta: ¿por qué quiero hablar mejor en público?
Una buena respuesta podría ser: porque me gustaría dar conferencias por mi cuidad para concienciar a las personas sobre x.
¿Por qué?
Porque creo que es algo que los demás deberían conocer.
¿Por qué?
Porque según lo que he podido investigar (y en base a mi propia experiencia) les podría ayudar enormemente en sus vidas.
¿Por qué?
Porque me gusta ayudar a los demás cuando creo que puedo aportar valor.
¿Por qué?
Porque es uno de mis principales valores.
¿Por qué?
Ya no sé qué más responder.
Como indico en este ejemplo, deberías guiarte por tus valores, no por expectativas externas.
Paso 3: Elige tu disparador
El tercer paso para crear mini hábitos es elegir un disparador. Como todo hábito, un mini hábito también presenta disparador, rutina y recompensa.
Establece un disparador (una hora concreta, un lugar concreto) que te “dispare” la rutina.
En cuanto a la recompensa, el propio mini hábito es recompensa en sí mismo.
Un 100% de éxito al realizarlo (por su sencillez) y posibles repeticiones o mayor tiempo practicándolo del que exige el mini hábito son un potente bonus de recompensa diaria.
Paso 4: Mide tus progresos
Para llevar la cuenta de la evolución de tus acciones SIEMPRE te recomiendo que utilices el Método Seinfeld.
¿Por qué medir tus progresos?
Especialmente porque ver claramente tu éxito diario DÍA TRAS DÍA es inspirador.
Además, el propio hecho de medir tu evolución hace que pienses más sobre el propio mini hábito, lo cual ayuda a que lo realices.
Paso 5: Piensa en pequeño
El quinto paso para crear mini hábitos (y muy importante) es pensar en «mini». Los mini hábitos mejoran tu motivación, ya que:
◊ Ayudan a entrar en acción: esto casi siempre motiva realizar más repeticiones de las requeridas (o más minutos de los establecidos).
◊ Inspiran a hacer tanto como quieras: no hay techo, sólo lo que te propongas y apetezca cada día, aumentando tu libertad de acción.
Paso 6: Reduce las altas expectativas
El éxito de los mini hábitos radica en que tu meta es MENTALMENTE pequeña.
Si tu mini hábito no satisface lo anterior, hazlo más pequeño aún o cambia de meta.
Paso 7: Busca indicios de formación de hábito
Cuando lleves varias semanas realizando el mini hábito, busca signos de inicio de creación del hábito.
Los más habituales son:
◊ No resistencia: te cuesta menos hacerlo que no hacerlo.
◊ Identidad: te identificas con el mini hábito. Te describe.
◊ No pensamiento: simplemente realizas el mini hábito sin pensarlo demasiado.
◊ No preocupación: no te preocupas de si hoy lo vas a hacer, porque sabes que lo harás (como el resto de los días).
◊ Integración: el mini hábito es tan normal como levantarte cada día de la cama, comer o ir al servicio.
5 pilares que no deberías romper
1) NUNCA te mientas (es de bob@s, por cierto. Tú sabes que no es verdad).
2) Alégrate de TODO progreso, por pequeño que sea.
3) Date ALGUNA recompensa de vez en cuando.
4) Si encuentras ALGUNA resistencia, baja el tiempo o las repeticiones.
5) Recuérdate lo SIMPLE que el mini hábito es.
Conclusión
Siguiendo los anteriores pasos para crear mini hábitos te será más llevadero comenzar a realizar esas actividades que sabes que son importantes pero que ves complicadas o que te consumen mucho tiempo.
Paso a paso, día a día, poco a poco es a menudo la clave para conseguir grandes hazañas.
Sinceramente pienso que los mini hábitos son una sensacional forma de alcanzar tus metas de una forma simple y amena.
Porque no todo el mundo es capaz de leer 1 hora al día todos los días, o practicar sus presentaciones en público en cualquier lugar, en cualquier momento.
Desde que conocí el minimalismo, pienso que las cosas cuanto más simples, mucho mejor.
Y esa es la esencia de lo que hoy te he querido transmitir.
Un placer escribir para ti, amig@.
Miguel Ángel
Ahora tú
Ahora es tu turno y lo sabes!! Quiero leer tu opinión y si hay algo que resuena de lo que te he dicho, incluso si te chirría puedes comentar libremente, para eso estamos: para compartir.
¡Compartir es mejorarnos!
Es muy interesante y es muy bueno. Lo intentaré hacer quiero saber mucho mas de Dios, solo tengo problemas en estos momentos de inestabilidad de ansiedad que no tenía, entonces estoy trabajando en ello orando a Dios me de paz, para dedicarle el tiempo que siempre le venía dedicando. Me quede ansiosa despues de que me dio chiguncuya.