¡Compartir es mejorarnos!
¿Cómo te sentirías si te borraran parte de tus recuerdos?
Mis viajes a Lanzarote son siempre diferentes y muy muy especiales.
No sólo porque estoy enamorado de la isla, sino también por las vivencias y sucesos que me ocurren cuando la visito.
Si mi primer viaje significó que ahora mismo esté escribiendo estas líneas para ti (nació la idea de crear un blog) este segundo tampoco ha defraudado.
Y es que me ha enseñado muchas cosas importantes y varias posibles reflexiones que hoy quiero compartir contigo.
Principalmente te quiero hablar de lo que me pasó después del control de seguridad en el aeropuerto de Dublín.
Lo que me ocurrió a las 5:40 de la mañana
Te prometo que iba bien despierto, pese a la hora intempestiva.
Podría detallarte lo sucedido pero básicamente dejé mis pertenencias (una maleta de mano, una bolsa de cabina, el ordenador portátil y una bolsa con todos los líquidos) en las bandejas del control, las volví a recoger y me subí al rato al avión.
Hasta aquí todo normal. El problema surge cuando a 8000 m de altitud (me he inventado la cifra, pero suena bien ¿verdad?) me decido a ver una peli y…
¿dónde está mi portátil?
Cuando te sorprendes a ti mismo
De repente un escalofrío recorrió mi cuerpo.
– “Voy a mirar otra vez la bolsa” – me dije. Pero allí no había nada. Sabía de sobra que tampoco lo había dejado en la maleta.
De pronto me sentí tranquilo, algo que me sorprendió.
¿La razón? 10 días antes había hecho mi último back up (copia de seguridad de mis datos más importantes en Dropbox), por lo que el asunto era grave, pero no tanto.
Y es que cuando te desaparece tu ordenador/tablet/teléfono móvil del trabajo… muchas veces es más doloroso la información que pierdes que el propio valor del aparato.
Aún así, por alguna razón algo en mi interior me decía que no me alarmase.
No sé si era porque quería disfrutar del viaje, o que pensaba que no merecía perderlo, o que alguien lo encontraría.
Me puse a pensar en cuándo lo vi por última vez y qué pudo pasar. 3 posibles opciones se adueñaron de mis pensamientos:
1) Me lo he dejado en el control de seguridad (en la bandeja) y alguien lo ha encontrado y está a buen recaudo (poco probable).
2) Me lo he dejado en el control de seguridad (en la bandeja) y alguien lo ha encontrado y y se lo ha quedado (probable).
3) Alguien lo ha robado deliberadamente y por eso no lo encontré en la bandeja del control (probable).
La pregunta es: ¿en qué estaba yo pensando en ese momento para no darme cuenta?
Creo que es muy fácil decirlo “a toro pasado”, pero cuando hay mucha gente, muchas bandejas y tienes muchas pertenencias puede que alguna vez no repares en lo que dejaste en las bandejas, sino en lo que ves que en ese momento contienen.
Y yo no vi ningún ordenador portátil.
No te puedes hacer una idea de la cantidad de objetos (casi todos de valor) que la gente se olvida, deja o pierde en los aeropuertos.
En el caso de Dublín hay una lista online en la que puedes ver el recital de despistes diarios.
Y eso que no me considero (por mucho) una persona despistada, pero ese día lo fui.
La pregunta mágica que lo cura todo
El caso es que en propio vuelo me hice la pregunta que tanta potencia tiene y que siempre recomiendo hacerse en estas situaciones emocionalmente difíciles:
¿Qué es lo peor que puede pasar?
Mi respuesta fue: «tener que comprarme otro ordenador y perder únicamente los datos que no tengo guardados en la nube (Dropbox), que son los menos importantes y sin los que puedo seguir viviendo y escribiendo en Enciendemivida».
También pensé en la sustracción de datos pero creo que hay que ser razonables. A mi ordenador solo se accede si se conoce la contraseña y no creo que a ningún intrépido le diera por hacer un ataque de fuerza bruta.
Aunque así fuera, no tengo nada de valor dentro y aun así me cercioré de que mi cuenta bancaria no tuviera transacciones de otro (de nuevo necesitarían la contraseña).
Así que después de esto, me quedé bastante tranquilo y tomé una decisión: dejar las cosas fluir. Rendirme a lo que es o a lo que será. No tratar de cambiarlo si no puedo cambiarlo.
Y eso también me hizo ver el problemón del milenio como un asunto a resolver (puedes ver a lo que me refiero con esto aquí).
De este modo, me puse a leer hasta el final del viaje y cuando tuve wifi en el apartamento contacté con el aeropuerto de Dublín (no permiten llamadas, sólo hacer un informe online de o sucedido).
Después de esto me propuse disfrutar del viaje ya que, meditándolo fríamente, tanto si lo recuperaba como si no, ya no dependía de mí.
Contacté con dos amigas (ver reflexiones a continuación) y decidí que si mi cuerpo estaba en Lanzarote mi mente no iba a estar en Dublín.
El desenlace
Y hasta aquí el artículo de hoy, el lunes conocerás qué pasó… ¡Que no!
Sin ánimo de extenderme, disfruté como un titán de Lanzarote, de su gente, de su Sol y buen tiempo (que tanto hecho de menos en Irlanda) y de su buena comida, además de sus maravillosos lugares y paisajes volcánicos.
Los imponentes Jameos del Agua, en el noreste de Lanzarote
El día antes de regresar, me mandaron un email desde el aeropuerto de Dublín diciendo que habían encontrado un portátil que se asemejaba a las características que yo había detallado previamente.
Al llegar a Dublín, allí estaba, en la oficina de la Policía del aeropuerto.
Por qué lo quiero compartir contigo
Créeme que esto no lo escribo desde una posición ventajista porque finalmente todo haya salido bien.
Desde el momento en el que sucedió tuve la idea de escribir este artículo, fuera cual fuera el desenlace, porque cómo me sentí y los pensamientos que tuve creo que te pueden servir por si en alguna ocasión te ocurre “algo parecido” a ti.
Si te paras a pensar, “algo parecido” puede ser cualquier cosa más vulgar, no necesariamente algo de valor.
Reflexiones que te pueden servir de mucho
Te enumero a continuación varias reflexiones que hice en relación a este suceso y que puede que te venga bien leer para futuros sucesos en tu vida:
1 ♥ Todo suceso es una oportunidad para aprender de él
Desde hace poco más de 1 año quiero ver los problemas que tengo y las trabas que me presenta la vida como lecciones y oportunidades para aprender y mejorar.
Desde entonces me pregunto: ¿si la vida me ha puesto en este aprieto, por qué ha sido? ¿Tengo que cambiar algo? ¿Tengo que mejorar en algo relacionado? ¿Qué hay detrás de este suceso?
Preguntándote estas cosas ganas consciencia de lo que te ocurre, ya que cada vez estoy más convencido de que las cosas no pasan por casualidad.
Te super recomiendo este excepcional video de Enric Corbera
en el que afirma lo siguiente:
“Estás en resonancia. Todo el Universo es información. Todo resuena. De la forma en la que vibras vas a vivir unas experiencias. Tu vibración marca cada situación de tu vida y no somos conscientes de eso. Por eso tú eres la clave de tu bienestar. No hay nada que ocurra por casualidad”.
Yo sinceramente creo que así es, ya que nuestros pensamientos son energía (ondas vibratorias) y la materia es una forma de energía.
2 ♥ Tengo muy buenos amigos con los que puedo contar
En este caso concreto, fueron amigas.
No es fácil o agradable que te pidan un miércoles (día de trabajo) ir por la tarde al aeropuerto de tu ciudad a poner una denuncia por un posible robo (que no se puede demostrar y que no te ha pasado a ti), en un idioma que no es el tuyo (al final no hizo falta).
Tampoco es fácil llamar a la Policía dublinesa y seguir sus instrucciones para registrar la denuncia online, cuando no te ha pasado a ti (esto sí hizo falta, por si acaso).
3 ♥ Tengo que utilizar menos el portátil
Pienso que este suceso es un aviso de que tengo que utilizar menos el portátil (lo uso mucho tiempo al día) y no depender tanto de él.
4 ♥ Mucho mejor que me ocurra ahora
Creo que es un aviso de estar más atento ahora en delante por si me pasa lo mismo en otros aeropuertos donde no resido o donde prestan menos atención a estas cosas (o “donde puede que no te las devuelvan aunque las encuentren, como ocurre en España” – palabras textuales de un Guardia Civil de Lanzarote).
5 ♥ El destino perfecto fue Lanzarote
Puede que sea el destino perfecto para que me pase esto, ya que aun con la preocupación que uno puede tener (aunque creo que la supe controlar bien) es mucho más fácil evadirte y olvidarte del asunto si estás en un sitio tan mágico y que es tan propenso al relax como Lanzarote.
No me quiero imaginar lo ocurrido si viajara de vuelta desde cualquier lugar a Dublín (donde no tengo pensado volver, no hablo el idioma…).
6 ♥ Desarrollo personal aplicado
Creo que obré de la manera correcta y si volviera a suceder, obraría igual. Aprendí de mí mismo a ver las cosas así, algo que hace 1 año no hubiera hecho ni por asomo.
Y esto me lo ha dado, entre otras cosas, el enorme desarrollo personal que he vivido durante este tiempo y el querer transmitírtelo en este blog (no es lo mismo entender algo que hacérselo entender a otro).
7 ♥ El enorme poder del subconsciente
Resulta curioso cómo funciona nuestro subconsciente. Sin saber cómo ni por qué, empezó a sonar en mi cabeza la canción de Coco Star “I NEED A MIRACLE” (necesito un milagro).
Lejos de querer quitármela de la cabeza, no pude más que reírme. ¡Hay que ver cómo es el subconsciente!
8 ♥ La importancia de hacer copias de seguridad periódicamente
Si pierdes o te quitan la información en la que has estado trabajando los últimos meses o años es como si te quitasen parte de tu vida.
Te recomiendo tener, al menos, una copia de seguridad de tus datos más importantes en la nube (Dropbox, Google Drive…), aunque no está de más tener otra en un disco duro externo (para mí menos fiable, porque ya me ocurrió en 2 ocasiones que un buen día dejan de funcionar).
Quiero asemejar el hecho de hacer estos back up’s a la típica frase “para recoger hay que sembrar”.
Hacer copias de seguridad cada cierto tiempo es algo que a nadie le apetece. ¿Por qué? Porque es algo importante pero no urgente, como ocurre con los hábitos y, en general, con cualquier actividad realmente importante a nivel vital.
Estas son las actividades que he repetido hasta la saciedad en este blog: las del segundo cuadrante de la Matriz de Eisenhower.
Sólo cuando ocurre lo que uno no espera es cuando se lamenta. Sólo cuando ocurren desgracias, enfermedades, accidentes… es cuando uno aprende y se pregunta ¿por qué no hice esto sabiendo que era importante?
Este suceso me ha vuelto a recordar que las cosas no siempre salen como una las planea y que, extrapolado al área profesional, uno no siempre consigue todo lo que se propone hacer cada día o surgen imprevistos que hacen cambiar lo planeado.
En cualquier caso, es bueno saber vivir con ello y aceptarlo.
Creo que esa es la palabra clave: aceptación.
9 ♥ El noble arte de viajar
Siempre he escuchado todo lo que te aporta viajar. Cada vez más me doy cuenta de lo realmente genial que hay detrás de conocer nuevas culturas, personas encantadoras y lugares especiales.
De todo lo que puedes aprender de ti mismo y de los demás. De todo lo que puedes desconectar de tu vida actual y de todo lo que puedes disfrutar en unos pocos días.
Pero dese hoy, también tendré presente que uno puede aprender del viaje incluso antes de llegar al lugar deseado. En el propio aeropuerto también existe la posibilidad de empezar una nueva aventura.
Ojalá que, como en mi caso, sea con un final feliz.
Un placer escribir para ti, amig@.
Miguel Ángel
Ahora tú
Honestamente vaaaaaa….
¿Cómo te sentirías si te hubiera ocurrido a ti? ¿Hubieras podido disfrutar de tus vacaciones? Déjame por favor tu opinión en la sección de comentarios.
Si no tenías el hábito, espero que tengas en cuenta hacer copias de seguridad a partir de ahora .
¡Compartir es mejorarnos!
¡Hola, Miguel Ángel!
Me ha encantado leer esta anécdota de apariencia tan cotidiana pero con un gran transfondo personal, y me ha encantado también leer la interpretación que le diste y cómo actuaste 🙂 ¡Todo inspiración!
Y a mí me ha encantado leer tu comentario Cris!
Muchas gracias por entender mi interpretación.
Un beso!!
Leo mucha razón en este artículo, en todos y cada uno de los puntos. Mi reflexión es que esta vivencia no ha sido casual, te ha sido ejecutada en el momento justo con un propósito, que son varias misiones: 1) examen práctico de la vida acerca de lo aprendido de tu crecimiento personal y espiritual en el año (justo 1 año… Evoca a interpretarse como «Examen final del curso»), de una sóla pregunta: sabes poner en práctica todo ello ante la adversidad? Se te da como ejemplo a vivir, la pérdida de tu portatil. 2) una vez superado con éxito el examen y habiéndote sabedor de que, independientemente del desenlace, has evidenciado haber puesto en práctica las lecciones aprendidas demostrando tu evolución y alcanzando por tanto los objetivos de esta stage de tu vida, el universo te recompensa con el feliz desenlace. Y 3) posibilitar el compartir la experiencia, los pensamientos y reflexiones con el mundo (en tu caso, materializándolo en el presente artículo del blog). Estas son las 3 razones principales que interpreto, seguramente haya otras subyacentes (reducir el uso de la máquina, aplicar 2do cuadrante, etc) ya que experiencias de este calibre además de no ser casuales, suelen ser muy educativas, están dentro del plan previsto y no suelen suponer solo una sino varias lecciones para el que lo experimenta.
Muchas gracias por compartirlo y por los buenos consejos, que sin duda nos son de mucha ayuda.
Hola Silvia!!
Muy gratificantes tus palabras! Por lo que puedo entender, parece que tú también tienes experiencias de este tipo o, simplemente, intentas también ver las adversidades desde este punto de vista (e interpretar posibles causas/razones).
Me encanta la reflexión que has hecho sobre mi caso, ya que no lo había visto de esa manera pero quizás haya sido, como dices, un examen para ver si me daba cuenta de lo que hay detrás, más allá de si el portátil aparecía o no.
Y coincido contigo en que no ha sido casual y que me ha venido en un buen momento, en un buen destino.
Muchísimas gracias por tu gran contribución al artículo!
Un abrazo!