¡Compartir es mejorarnos!
¿Sabes qué es lo que hago mientras me estoy lavando los dientes? Lavarme los dientes. Antes, como la mayoría de los seres humanos de este mundo, estaba pensando en el trabajo, la cena, el plan para mañana…
¿Cuántos sois en la ducha? Aparentemente estás solo pero… ¿estás realmente solo ahí dentro? La mayoría de las personas se duchan con su jefe, con su mujer, con su coche averiado, con sus proveedores… Tienen la mente continuamente dando vueltas y vueltas.
Volviendo al título del post…
Como toda invitación, el hogar al que te invito es gratuito.
Es un hogar en el que no se pagan facturas, ni impuestos, ni renta.
Un hogar que nunca ha sido comprado, porque no entiende de pasados.
Un hogar que nunca será vendido, porque no entiende de futuros.
Ese hogar es mi nueva casa y hay sitio para tod@s.
Ese hogar es el AHORA.
El hábito de vivir en el ahora
Como ya pudiste leer en la sección Acerca de del blog, hay ciertos hábitos dentro de todos los que encontrarás en este blog que tienen un distintivo especial. Son los que cambian este juego que es la vida. Son los Game Changer.
Son hábitos que destacaría por encima de los demás en cuanto a lo que han representado en mi vida (y representan en estos momentos).
El lunes pasado ya pudiste acceder al primer Game Changer de todos y a partir de esta semana te seguiré ofreciendo cápsulas de cambio progresivamente. Terminarás amándolos ( o eso espero) 🙂
Menos mal que sentimos ganas de orinar de vez en cuando, que sino… ¿cuándo pararíamos un rato? Lo importante aquí no es sólo parar físicamente de hacer la actividad o tarea, sino también parar mentalmente.
El problema es que estamos en los sitios en presencia, pero no en esencia. El pensamiento compulsivo ha llegado a ser una enfermedad colectiva.
Vive el ahora
Vive el ahora: en el cuarto de baño se orina, no se piensa. Se disfruta de la ducha, no se focalizan los problemas.
Estar presente en el presente debería ser una redundancia. Algo que se da por hecho. Una estupidez decirlo. Pero nada más lejos de la realidad…
Personalmente, desde que accedí a esta valiosísima información, intento continuamente en cada uno de los momentos del día vivir en el presente.
¿Cómo? Exactamente igual que tú lo puedes hacer desde ahora mismo con las 7 claves prácticas que voy a ir compartiendo contigo en los próximos días. Hoy te muestro las dos primeras.
2 claves para vivir en el ahora
1) Aprende a no preocuparte tanto por el futuro
El futuro se asocia usualmente a la preocupación. Estás en el aquí y ahora, pero tu mente está en el futuro y crea un vacío de ansiedad. Siendo un poco sensatos, ¿para qué te preocupas de algo que no es preocupante en estos momentos?
Ya imagino tu respuesta: porque soy humano y porque es inevitable preocuparse sabiendo que algo «negativo» va a ocurrirme en el futuro.
Bien, lo que he aprendido y practico en cuanto puedo es a no hacer suposiciones y a relativizar las situaciones. Y éstas claves son muy importantes para poder vivir en el ahora.
Suposiciones
Cuando piensas que es inevitable preocuparse, seguro que conoces a alguien que es muy despreocupado. Estoy convencido de que todos tenemos a alguna persona conocida a la que alguna vez le hemos etiquetado así.
También estoy convencido de que algunas personas que habitan este mundo son capaces de no preocuparse, como los monjes del Tíbet por ejemplo. Luego no es imposible lograrlo, no es inevitable.
En cuanto a que lo que en estos momentos te preocupa del futuro sea «negativo» es una suposición bastante grande. Puede que en estos momentos lo veas negativo, pero cuando el suceso ocurra (si ocurre) puede que no lo veas como tal.
Iría todavía más lejos: es muy probable que incluso ( y mi propia experiencia así me lo demuestra) el día que el suceso ocurra lo veas como «negativo» pero que tiempo después, al mirarlo en retrospectiva, te das cuenta de que no era tan negativo como en realidad parecía. Me explico.
Cualquier cosa negativa que te ocurra esconde una profunda lección en su interior, aunque no lo puedas ver en ese momento. Ésta puede enseñarte qué es real e irreal en tu vida, qué finalmente importa y qué no.
Los sucesos no son ni positivos ni negativos. Son como son. Eres tú el que con tu grado de consciencia, aceptación y actitud los tornas favorables o en tu contra.
Piensa en 2 o 3 momentos en tu vida en los que algo inicialmente negativo finalmente resultó ser todo lo contrario. Seguro que encuentras algunos o incluso varios.
El problema es que en los momentos en los que ocurre el suceso no tenemos la suficiente información para verlo de otra forma.
La vida sólo puede ser entendida hacia atrás, pero debe ser vivida hacia delante — Soren Kierkegaard
Cuando lo vemos negativamente
Pienso firmemente que no somos conscientes del potencial que tienes los sucesos que tildamos de «negativos».
Aparte de ser normalmente situaciones en las que demostramos alguna habilidad o en las que aprendemos de ellas, son comúnmente potenciadores de cambio y transformación.
Aprende a abrazar este tipo de situaciones, a verlas como oportunidades para mejorar. Como pruebas que te harán dar lo mejor de ti y que te demostrarán lo que puedes llegar a hacer.
En cuanto a que ese algo «negativo» vaya a ocurrir en el futuro, ¿cómo estás tan seguro de ello? ¿acaso tú riges el orden y las certezas de la vida?
En muchas ocasiones damos por hecho (suponemos) que las cosas pasarán, y bien es verdad que algunas veces no son como las pensábamos, o no acontecen en el orden esperado, o simplemente no llegan a ocurrir nunca.
La pregunta que te lanzo es: ¿realmente cuál es el sentido de preocuparse? Si te preocupas en estos momentos de lo que «parece que» sucederá pasado mañana, ¿acaso significa eso que no te preocuparás mañana? ¿Acaso no te vas a volver a preocupar el día del suceso?
Preocuparse es causado por demasiado futuro e insuficiente presente
Una cosa es «ocuparse» de la situación, y otra es «pre – ocuparse». Te ocupas del suceso en el momento en que ocurre. Determinadas situaciones requerirán un trabajo previo para preparar ese momento.
Pero eso no significa que conlleve esa horrible sensación de la preocupación. Creo que entiendes la diferencia a la que me refiero.
Uno de los ejercicios que más me ha funcionado es darme cuenta de lo estúpido que he sido cuando me he preocupado por algo que finalmente no ha resultado ser como pensaba (como presupuse). La cara de bobo que se te queda es espectacular.
Te invito a que lo vivas tú también o recuerdes cuándo fue la última vez que te sucedió. La mayoría de nosotros no nos preocuparíamos tanto si nos parásemos a observar cómo al final se han resuelto los hechos.
Personalmente llevo a rajatabla este hábito. He aprendido la importancia de no hacer suposiciones, ya que NUNCA me han valido para algo positivo. Además, suelo no acertar con ellas. Y como dije antes, en mi experiencia lo negativo de hoy ha resultado ser lo positivo de mañana.
2) Aprende a relativizar las situaciones
Este es otro punto clave para vivir en el ahora. Tan importante que le he dedicado un apartado entero. Te animo a empezar desde ya a discernir los problemas de las situaciones a resolver y de los dramas.
Situaciones a resolver
Lo primero de todo, nada es un problema por sí mismo. Es un problema porque tú lo decides ver así. Puede que para otro no lo sea. Luego lo primero importante es llamar a lo que comúnmente entendemos por «problemas» como «situaciones a resolver».
La importancia de cómo decimos y percibimos las cosas es muy importante. No es lo mismo encarar un problema que una situación a resolver, que es finalmente lo que en realidad es.
¿Qué es un drama?
Un drama es una situación grave, seria, de otro nivel (como una enfermedad o un fallecimiento de un ser querido). Puede que puedas hacer algo al respecto o no. En esos momentos uno lo lleva como puede.
Es a veces complicado seguir recomendaciones, pero te animo a leer este post y sacar lo que más te pueda ayudar.
Relativizar las situaciones me parece un ejercicio de compasión y sobre todo de respeto hacia los que sufren dramas en estos momentos. Así que te sugiero desde hoy que cada vez que te enfrentes a un «marrón» (definición de problemón en España):
1) te des cuenta de que es un asunto a resolver, no un «marrón».
2) pienses en aquellos que sufren dramas y compares tu supuesto «marrón» con ellos.
3) ¿es como para preocuparse tanto?
Verás como pensando de este modo la mayoría de los problemones se convierten en unas cuantas tareas que te llevarán más o menos tiempo y esfuerzo, pero que desde luego, no deben preocuparte ni hacerte perder tu estado de ánimo y felicidad.
¿Qué es un problema entonces?
Te invito a que te formules esta potente pregunta siempre que tu mente te intente pre – ocupar con algo:
Los problemas no existen, los creas debido a las circunstancias. No son lo que usualmente entendemos como tal.
Un problema surge cuando te preocupas mentalmente por una situación sin que haya una posibilidad o una intención clara de tomar acción ahora. Cuando creas un problema, creas un dolor.
Un ejemplo de esto es cuando estás esperando una nota de un examen. El examen ya lo hiciste y no puedes hacer nada más entre tanto, luego ¿cuál es el sentido de preocuparte y dedicarle tiempo a algo sobre lo que no puedes incidir?
Igual ocurre cuando tienes un golpe en el coche. Lo ves todos los días y te preocupa que esté ahí. Sin embargo, no tienes intención ninguna de ir al taller.
O vas al taller y afrontas la situación o la aceptas sin quejas ni preocupaciones. Es lo que se llama tomar responsabilidad.
Creo que estarás conmigo en que ojalá todas las situaciones que necesitan resolverse ahora mismo surgieran sin avisar, ya que de esta forma no sabríamos de la existencia de la palabra preocupación y tu reacción sería más clara y eficaz ya que es una respuesta intuitiva y no surge la creación mental de un «problema».
Luego te propongo relativizar las situaciones cotidianas que acontezcan a partir de estos momentos en tu vida y a diferenciar si son dramas o sucesos a resolver.
Y, sobre todo, te invito a no fabricar mentalmente problemas, ya que sólo te traerá preocupaciones innecesarias. Prueba a seguir las anteriores pautas y verás cómo notas una mejoría en la forma de lidiar con las situaciones.
Recapitulando estas claves para vivir en el ahora
Quiero que te des cuenta de que los problemas necesitan tiempo para sobrevivir y son creados por tu mente.
La visión que tenemos de un problema implica futuro. No pueden vivir en el ahora, así que nunca tienes problemas ahora, sólo situaciones que:
– afrontar (cambiar la situación tomando acción).
– aceptar (puede que incluso eventualmente cambien o puedan ser afrontadas).
Afortunadamente no he sufrido casi dramas en mi vida, pero aún así soy enormemente consciente de la importancia de relativizar las situaciones a resolver del día a día.
Lo hago a menudo pero no para sentirme mejor, sino para ser más realista. Otro se pondría en mis zapatos para solventar ese «problema» que parece tan grande.
También he aprendido a aceptar situaciones en las que no puedo hacer nada para cambiarlas.
Pensando de esa forma me siento mucho mejor y a la vez, no consumo energía en resistirme o preocuparme. Y eso implica gastar tiempo, ánimo y perder foco en lo que estoy haciendo en ese momento. ¡¡Malo malo!!
Un placer escribir para ti, amig@.
Miguel Ángel
Ahora tú
Estas son 2 maneras de aprender a vivir en el ahora pero como te dije anteriormente, aún tengo más que compartir contigo. Te dejo en este artículo las siguientes 2 claves para vivir en el ahora.
Por el momento, ¿vas a poner estas 2 técnicas en práctica a partir de hoy?
¿Vas a dejar de hacer suposiciones?
¿Vas a ver los problemas desde otra perspectiva?
Déjame un comentario con tus propósitos 🙂
Quizás después de lo que has leído consideres darle una oportunidad a este tentador hogar. Pero no lo vayas dejando. No lo dejes para después. Déjalo para ahora.
¡Compartir es mejorarnos!
Hola Miguel Ángel,
me he reído mucho con esto que dices que “menos mal que sentimos ganas de orinar que si no no pararíamos nunca…”. Es que es tal cual así, menos mal que nuestro cuerpo nos da toques de atención de mil maneras, que sino no sé dónde seríamos capaces de llegar.
Muy interesante tu esquema sobre las preocupaciones. Me parece una forma súper sencilla de pasar del modo “preocupado” al modo “ocupado” y proactivo. Supongo que la preocupación surge de un fondo emocional al que no siempre tenemos acceso y que nos limita más de lo que nos gustaría.
Gracias por tus interesantes aportaciones!
Un saludo,
Alba.
Hola Alba,
Gracias por pasarte por aquí y por tu comentario. Lo de «orinar» se me ocurrió casi al final de la edición del post, pero me resultó original jaja. El esquema de las preocupaciones me parece una herramienta práctica a seguir, me alegro de que te haya gustado.
Nos leemos otro día!
Gracias Alba!