¡Compartir es mejorarnos!
Diferentes puntos de vista para interpretar la realidad. Es un hecho constante. Día tras día. Tú ves las cosas de una forma y siempre hay alguien que las ve de otra.
Diferentes perspectivas ocasionadas por diferentes paradigmas. Como si tuvierais distintas gafas o lentes. Y es la misma situación, cosa o suceso. El otro de repente te increpa: ¿pero es que no lo ves? ¿estás ciego o qué?
Diferentes puntos de vista para interpretar la realidad
Hablando de ciegos, te dejo con un cuento sobre esto:
Hace mucho tiempo, en La India, había 6 hombre ciegos que competían para ver quién era de todos el más sabio. Para demostrar su sabiduría los sabios explicaban las historias más fantásticas que se les ocurrían y luego decidían quién era el más imaginativo.
Cada tarde se reunían mientras el sol se ponía tras las montañas. Cada uno de los sabios contaba sus historias.
Sin embargo, llegó el día en que la calma se turbó, y se volvió enfrentamiento entre los hombres, que no alcanzaban un acuerdo sobre la forma exacta de un elefante.
Las posturas eran opuestas y como ninguno de ellos había podido tocarlo nunca, decidieron salir al día siguiente a la búsqueda de un ejemplar y salir de dudas.
Al día siguiente, los 6 ciegos tomaron a un joven como guía y se adentraron en la selva. Al cabo de poco tiempo se encontraron ante un gran elefante tumbado.
Mientras se acercaban, el elefante se incorporó. Los 6 sabios estaban llenos de alegría y se felicitaban unos a otros. Finalmente podrían resolver el dilema y decidir cuál era la verdadera forma del animal.
El primero de todos, el más decidido, se abalanzó sobre el elefante preso de una gran ilusión por tocarlo. Sin embargo, las prisas hicieron que su pie tropezara con una rama en el suelo y chocara de frente con el costado del animal.
“¡Oh hermanos míos! Yo les digo que el elefante es exactamente como una pared de barro secada al sol”.
Llegó el turno del segundo de los ciegos, quien avanzó con más precaución. Con las manos extendidas ante él para no asustarlo, en seguida tocó dos objetos muy largos y puntiagudos que se curvaban por encima de su cabeza. Eran los colmillos del elefante.
“¡Oh hermanos! Yo les digo que la forma de este animal es exactamente como la de una lanza”.
El resto de los sabios no podían evitar burlarse en voz baja ya que ninguno se acababa de creer lo que los otros decían.
El tercer ciego se acercó al elefante por delante para tocarlo cuidadosamente. El animal algo curioso se giró hacia él y le envolvió con su trompa. El ciego notó su forma alargada y rugosa, y cómo se movía a voluntad.
“Escuchad hermanos, este elefante es como una larga serpiente”.
Los demás sabios escuchaban en silencio, ya que en nada se parecía a la forma que ellos habían podido tocar. El cuarto sabio se acercó por detrás y recibió un suave golpe de la cola del animal. El sabio tocón la cola y notó cada una de las arrugas y pelos que la cubrían. Exclamó:
“¡Ya lo tengo! La verdadera forma del elefante es como una vieja cuerda”.
El quinto de los sabios se acercó al elefante pendiente de oír cualquiera de sus movimientos. Al alzar su mano para buscarlo, sus dedos recibieron la oreja del animal y dándose la vuelta éste gritó:
“Ninguno de vosotros ha acertado en su forma. Es más bien como un gran abanico plano”.
Y cedió su turno al último de los sabios para que lo comprobara por sí mismo. El sexto sabio, el más sabio de todos, se encaminó con lentitud, apoyando el peso de su cuerpo sobre un viejo bastón de madera.
De tan doblado que estaba por la edad, pasó por debajo de la barriga del elefante. Al buscarlo, agarró con fuerza su gruesa pata.
”¡Hermanos!, lo estoy tocando ahora mismo. Les aseguro que tiene la mismo forma que el tronco de una gran palmera”.
Ahora todos habían experimentado por ellos mismos cuál era la forma del verdadero elefante y creían que los demás estaban equivocados. Satisfecha su curiosidad, volvieron a tomar la senda que les conducía a casa.
Otra vez sentados bajo la palmera, retomaron la discusión, seguros de que lo que habían experimentado por ellos mismos era la verdadera forma del elefante.
Seguramente todos los sabios tenían parte de razón, ya que de algún modo todas las formas que habían experimentado eran ciertas. Pero sin duda, todos a su vez estaban equivocados respecto a la imagen real del elefante.
La mujer misteriosa
Como este cuento plasma claramente, varias personas pueden ver un suceso o una cosa de diferente forma y ninguna llevar razón. Es más, puede que incluso todas tengan razón (o parte de razón). Tengo un ejemplo para ti que me parece excepcional y que te muestro en forma de imagen:
La mujer que ves en la anterior imagen, ¿cuántos años dirías que tiene, más o menos?
Lo cierto es que yo descubrí esta imagen de joven, pero a día de hoy sigue sorprendiéndome. Sobre todo porque ahora comprendo verdaderamente la historia detrás de ella.
Todos tenemos muchos “mapas” en la cabeza, pero principalmente podemos diferenciar:
- Los mapas del modo en que son las cosas (o realidades).
- Los mapas del modo en que deberían ser las cosas (o valores).
Date cuenta de que con la segunda clase de mapas experimentas todo lo que te rodea. Y el peor supuesto que puedes hacer es dar por hecho que el modo en que ves las cosas corresponde a cómo realmente son o deberían ser.
Personalmente, la primera vez que vi la foto anterior (con 12 o 13 años) vi a una mujer joven, de unos 20-30 años de edad. Sin embargo, cuando la volví a ver este verano (gracias al fenomenal libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva) vi a una anciana, de unos 80-90 años de edad.
Probablemente tú sólo hayas visto una de las dos. Pero te aseguro que las dos están ahí, en la misma imagen. E incluso personas como yo, dependiendo de cuándo miren la imagen, pueden ver a una u otra mujer.
Bajo mi punto de vista es debido a que ahora tengo otros valores distintos o a que (aunque no fuera consciente) estoy condicionado por el recuerdo de la imagen cuando la vi hace unos 20 años.
Escucha activa y empatía
De cualquiera de las maneras, estoy seguro de que has vuelto tus ojos hacia la imagen más de 5 veces y sigues sin ver a la anciana (si ves a la joven) o a la joven (si ves a la anciana). Es un ejemplo muy simple de demostrar que tanto tú como yo podemos estar viendo lo mismo, y tener los dos razón.
En términos generales, la clave está en ser respetuoso con el otro, ponerse en su posición y tratar de entender por qué piensa o actúa del modo en que lo hace.
Al hilo de esto, te recomiendo escuchar este genial podcast sobre la escucha activa y la empatía hacia el otro.
En él aprendí que cuando dos personas conversan y establecen sus puntos de vista, es una interacción entre dos Universos completamente distintos.
Dos paradigmas diferentes, con dos educaciones diferentes. Dos familias distintas, dos vidas dispares. Dos seres con valores desiguales. Diferentes perspectivas para interpretar la misma realidad.
Por ello, cuando digo a mis lectores que compagino Plan B + trabajo por cuenta ajena de una forma equilibrada, algunos no me creen y otros piensan que deberé de estar sacrificando mi vida personal. Sólo ven la parte de realidad que pueden ver.
Déjame enseñarte la otra parte de la realidad y descubre qué es lo que hacemos los que formamos parte del 8% de las personas que consiguen sus propósitos de Año Nuevo. Todo comienza con una buena planificación y organización personales, y para este 2022 que entra te recomienda esta potente agenda, que una lo mejor del coaching y la psicología positiva:
¿Y qué pasa con la mujer?
No te preocupes, no voy a dejarte a medias. Aquí te presento a la joven, más claramente:
Y aquí a la anciana, de manera más visible:
Si vuelves a ver la imagen inicial, descubrirás que ambas estaban ahí desde el principio, pero que sólo pudiste ver una de ellas.
Por favor, ten esto en cuenta la próxima vez que otra persona dé un punto de vista diferente al tuyo. Seguro que veréis la realidad desde diferentes lugares, con diferentes puntos de vista, distintos paradigmas. Se puede estar de acuerdo en el desacuerdo:
con respeto,
empatía
y formando parte de un Universo completamente diferente.
El tuyo.
Un placer escribir para ti, amig@.
Miguel Ángel
Ahora tú
¿Cuándo fue la última vez que recuerdas tener una diferente perspectiva a otra persona para interpretar la misma realidad?
Cuéntame tu experiencia. ¿Viste a la joven o a la anciana? ¡Deja tu comentario y podremos ver las respuestas de todos!
¡Compartir es mejorarnos!
Muchas gracias.es bueno agradeser.y saber entender y diferenciar diferentes puntos de vista y saber que podemos tener la razón y también alguien más liberar el egoismo
Excelente. Me ha quitado un sentimiento de dolor, ante una circunstancia vivida recientemente.
Hola Ana,
Pues no sabes cuánto me alegro por ello. Muchas veces encontramos «cosas» en la vida justo en el momento oportuno. Espero que este artículo haya tenido esa función.
Muchas gracias por comentar y un fuerte abrazo!
Excelente explicación del tema muchas vece o casi siempre nosotros y cada persona ve las cosas de diferente manera.
Así es Felipa. Y eso no es ni bueno ni malo, sino neutro. El simple hecho de tomar consciencia de ello es un gran paso a la hora de gestionarlo. Un abrazo!!
Excelente Post!!!! De los mejores que he leìdo. Un abrazo!!!
Patricia!!!
Muchas gracias por el comentario. Espero que sigas leyendo mejores posts en el futuro!
Un abrazo grande!
MUY BONITO!!! SENCILLO, BREVE Y EFICAZ!
Hola Mercedes!
Qué bueno verte por aquí!
Muchas gracias por el comentario.
Un abrazo!