¡Compartir es mejorarnos!
No nos centramos. Nos pasa a todos. A mí el primero, a la mínima que me descuido. Y es que una de las cosas más importantes que he aprendido en el último año sobre cómo ser más productivo ha sido este consejo: pon foco.
El significado de poner foco
Esto significa sitiar tu cerebro, no dispersarte, centrarte en 1 sola cosa a cada tiempo.
Y hoy me parece buen momento para sacar a relucir este tema porque en las dos últimas semanas no lo he cumplido.
He estado a demasiadas cosas, algunas de ellas ni siquiera importantes, y he desviado mucho la atención hacia otras cosas de menos incumbencia. ¿Te resulta familiar esto que te digo?
Y como sé el tremendo valor de este hábito y creo que te hará mucho bien el compartirlo, voy a contarte cómo y para qué se debe poner foco.
Afortunadamente, ya estoy “focalizado” de nuevo y sólo han sido dos semanas de aprendizaje de lo que no debo volver a hacer.
Cómo ser más productivo: céntrate en 1 sola cosa cada vez
Esta es sin duda una de las mejores maneras para aprender cómo ser más productivo. Cualquiera que sea ese plan o idea que quieres poner en práctica, céntrate en ella y en nada más que te quite tiempo y foco.
Evidentemente tendrás que hacer más tareas de hogar, comidas y demás, pero a lo que me refiero es a no querer realizar en paralelo varios proyectos que requieran tiempo y concentración.
Siente, obra y piensa sólo acerca de esa idea o plan: en cómo hacerlo mejor.
Si es un producto, en cómo añadir más valor. Si es un servicio, en cómo llegar a más personas. Y evidentemente, centrarte en vivirlo intensamente cuando lo realizas.
Hoy en día se sabe que nuestros pensamientos son energía. Es decir, que son tan reales como el calor, la electricidad o el viento.
Esto quiere decir que si logramos concentrar esa energía, estaremos obteniendo el mismo efecto que un rayo láser incidiendo en un punto, o que la radiación de ondas concentradas en una antena parabólica.
El poder del pensamiento
Si algo quiero compartir hoy contigo es que no debes subestimar el poder de tus pensamientos. Si logras enfocarlos a un mismo objetivo cada vez, tu productividad aumentará exponencialmente.
Yo lo he hecho en el tiempo que invertí en crear este blog de cero. Y también he estado en la otra cara de la moneda estas dos semanas pasadas. Nada que ver, te lo aseguro.
Apuesto a que conoces los experimentos con agua que realizó el doctor Masaru Emoto.
Según Emoto (el pensamiento y la intención son la base de su teoría) si tomamos muestras de agua y las exponemos a pensamientos o palabras positivas, los cristales del agua “reciben” de algún modo esa energía y cambian de aspecto.
De igual modo, si se les expone a mensajes negativos, los cristales modifican su estructura y se afean.
Emoto expone que, si el pensamiento le hace eso al agua, y nuestro cuerpo está compuesto por un 70% de agua, ¿qué nos hará a nosotros?
Da qué pensar, ¿no crees?
Qué ocurre si no pongo foco
Simplemente que tu aprovechamiento del tiempo es menor al que podría ser si todo tu cuerpo y mente vibraran en la misma onda durante días o semanas.
Si estás a varias cosas, estás disperso. Desenfocado. Quieres hacer mucho y al final o no haces nada, o lo haces con menor calidad, o lo haces en mayor tiempo.
A esto hay que sumar el tiempo de despegue. Es ese tiempo que necesitas para ponerte en un asunto cuando estabas “sumergido” en otro por varias horas o varios días.
Un extremo de este concepto ocurre cuando haces varias cosas en el mismo momento, lo que se llama multitarea (o multitasking).
Esto no es saber hacer muchas cosas, sino hacer literalmente varias a la vez, como estar atendiendo a un cliente por telefono mientras le mandas un email a otro.
No creo para nada en ese concepto y si indagas un poco, verás que es extremadamente inefectivo.
Sin embargo, es bastante demandado en las especificaciones de puestos de trabajo de las organizaciones de hoy en día… una pena.
Por dónde empezar
He de reconocerte que tengo una lista de cosas e ideas por hacer que es muy larga. Puede que igual que tú.
En general, todos tenemos muchas cosas en la cabeza. De esas, realmente queremos hacer unas cuantas.
De esas cuantas, después de pensarlo un poco, realmente nos disponemos a hacer unas pocas. Y de esas pocas, finalmente sólo llegamos a hacer un puñado de ellas.
Aquí hay 2 problemas:
1) De todas las cosas que queremos hacer, generalmente nos disponemos a hacer las que menos miedo nos dan.
Te invito a que a partir de ahora tomes tus decisiones desde el amor, en vez de desde el miedo.
Esto es, enfocarte en lo que quieres, no en lo que no quieres (o tratas de evitar).
Y verás cómo las ideas que realmente quieres llevar a cabo no se quedan por el camino, sino que se transforman en hechos.
2) El otro problema es que las cosas que finalmente llegamos a hacer, las hacemos sin orden de importancia y, como hemos visto, varias a la vez. Por eso existe una de mis mejores amigas: la agenda.
Esto hace que pienses en lo que quieres y tienes que hacer en el día y establezcas un orden una sola vez, no cada vez que te dispones a realizar tus tareas diarias.
De esta forma no te guías por tus apetencias en ese momento, lo cual te lleva a hacer lo más importante primero (recuerda la Matriz de Eisenhower y su mágico II cuadrante).
Por tanto ten claro a qué objetivo o idea quieres dedicarte primero y dedícale el tiempo que haga falta, poniendo foco sólamente en ello. Ya verás cómo al centrarte únicamente en ello tu cerebro y cuerpo trabajarán a tope para ti.
El coste de oportunidad
Al leer este artículo seguramente se te haya pasado por la cabeza lo que te voy a contar ahora.
Cada vez que eliges dedicarte a un objetivo o idea, tienes inevitablemente que renunciar a todos los demás, al menos por un tiempo. Eso no es fácil.
De nuevo, no me refiero a no hacer las actividades básicas, sino a trabajar paralelamente en 2 o más planes a la vez.
Pero si entiendes (y yo así lo he vivido) que cuando te centras en 1 cosa eres mucho más eficiente, estarás más cerca de empezar la siguiente idea y de llevarla a cabo correctamente.
Mi foco ahora mismo
Actualmente he vuelto a centrarme en una sola cosa (una semana de momento) que es en el SEO on page del blog (posicionamiento en Google para ganar visibilidad cuando alguien busque un término relacionado con mis artículos).
No veréis los resultados mañana, ni en un mes, pero es importante tener la web actualizada en ese aspecto (los primeros posts no tenían nada de SEO hecho).
La siguiente semana ya tengo otra estrategia pensada (de hecho tengo 8 o 9), pero he elegido la que más me motiva.
Pero como puedes ver, no he mezclado ambas, porque he aprendido por experiencia a vibrar en la misma onda durante varios días, porque además de productividad, es ahí, en ese estado, donde no sabes muy bien cómo, empiezan a nacer las mejores ideas.
Un placer escribir para ti, amig@.
Miguel Ángel
Ahora tú
¡Esta es tu sección! Dime, ¿eres de los que les es complicado centrarse en una sola cosa?
¿Tienes claro cuál de las ideas que tienes en mente será en la que primero te enfoques?
Si es así, me encantaría que lo compartieras conmigo.
¡Un abrazo!
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¡Compartir es mejorarnos!
¡Hola, Miguel Ángel!
A veces lo que más cuesta es tomar la decisión, la verdad. Una vez hecha, todo viene rodado porque estás, como comentas, en esa «onda vibratoria» 🙂
Un saludo!
Hola Cristina!
Exactamente, lo complicado es muchas veces saber qué es lo prioritario, teniendo varias actividades prioritarias. Yo optaría por la que (dentro d ser importante para ti), te apasione más y e apetezca más hacer.
Un abrazo y gracias por tu comentario!!
Mil gracias !!! Un post reflexivo con gran carga de energía para empezar aprender a poner foco en nuestro objetivo.
Hola Patricia!
Así es, sea lo que sea a lo que te dediques o lo que quieras hacer, ¡pon foco!
Un gran abrazo!
El secreto es saber priorizar las cosas, después todo viene rodado.
Hola Conchita,
jeje así es, priorizando logras marcar una idea de qué va primero. Luego, al ejecutar, sólo una cosa a la vez. No hay más!
Gracias por comentar!
Un abrazo
Muy buen post y muy buenos consejos. Gracias por compartir esta valiosa información con todos nosotros y ayudarnos a ser más productivos con estas ideas. Un saludo!
Hola Silvia!
El gusto es mío. Es algo que he aprendido y que resulta muy útil para cualquier cosa que realices, sea lo que sea.
¡A poner foco se ha dicho!
Un abrazo a Madrid!