¡Compartir es mejorarnos!
En noviembre de 2016 me sentía perdido. Llegaba el fin de año (otro más) y no visualizaba nada más que otros 365 días iguales que los anteriores: mismo trabajo bochornoso, mismo lugar, mismos objetivos (ninguno), lejos de mi familia… ¿qué estaba haciendo con mi vida? ¿cómo saber lo que quiero en la vida?
La verdad es que es de esas preguntas que cuesta hacerse, hasta que te ocurre algo para que te la hagas. En mi caso, unos meses antes, había sido injustamente (a mi juicio) descartado de un proceso de selección para una posición que creía que quería.
Más allá de que no tenía ni idea de lo que quería (ahora doy gracias de no haber sido el candidato elegido) me hizo llegar a un punto de decepción y frustración máximos: por primera vez en mi vida, a mis más de 30 años, dejé de trabajar como siempre lo hago. Sin ganas, sin ser competente, sin sentido alguno. Literalmente, no estaba siendo yo. Ese no era Miguel Ángel.
Por circunstancias de la vida, viendo en el trabajo un video en Facebook que colgó una compañera (ya te digo que llegúe a no hacer ni el huevo) llegó a mí una dosis de claridad y energía en forma de pregunta:
¿qué quiero hacer con mi vida?
¿Qué huella quiero dejar en mi paso por la tierra con mi existencia?
El resto ya es historia: a los 3 días tomé una decisión (pensada y repensada, nada de “en caliente”) y a las 2 semanas me autodespedí del trabajo. Era el 2 de diciembre de 2016. De las grandes fechas uno siempre se acuerda.
Y hablando de fechas, ahora que entra el 2022, ¿qué tal te suena una agenda de desarrollo personal que una lo mejor del coaching y la psicología positiva? Si no tienes agenda para este 2022, éste es tu regalo para estas Navidades:
¿Cómo saber lo que quiero en la vida? El miedo a equivocarte
Una de las frases que más escuché entre mis amigos fue la siguiente:
“tío, eres un valiente. Yo en tu situación no lo hubiera hecho, pero hubiera querido hacerlo igual que tú”.
¿Crees que yo era muy distinto a ti? ¿Crees que los compañeros que me dijeron esto eran muy distintos a ti? ¿Crees que no tuve miedo a equivocarme?
Pienso que no saber qué hacer con tu vida es legítimo, pero saber lo que NO quieres hacer con ella y hacerlo todos los días sin un plan para remediarlo en un futuro es pedirle muy poco a tu paso por este mundo.
En mi caso pudo más el no querer seguir en mi anterior vida (=mi anterior trabajo) que el miedo que tenía a no acertar con mi decisión.
En el momento que eliminé mi trabajo de la ecuación, se despejaron muchas otras incógnitas.
Ante cada duda en la vida (tendrás muchas), como no quieres tomar la decisión equivocada, sueles preguntar fuera, cuando la solución la tienes que encontrar en ti.
De hecho, no es la solución, sino la infinidad de posibles soluciones (maneras de acertar).
El síndrome tipo test
Este concepto (comentado en el libro Libertad Financiera que posteriormente te recomendaré en este post) transmite la idea de que pensamos que sólo hay una respuesta válida en la vida, ya que durante años tuvimos que sobrevivir y aprobar exámenes bajo este pretexto.
Sin embargo, la realidad es que hay muchas formas de acertar en la vida y muchas formas de equivocarse. Las cosas no suelen ser blancas o negras.
Volviendo a lo anterior, sondear la opinión de los demás está bien, pero sin dejarte influir, ya que sino finalmente hará que tomes una decisión no basada 100% en lo que quieres.
Pienso que hay un momento en la vida en el que tienes que tomar consciencia de que tú eres el que debe decidir qué es lo que quieres hacer con tu vida.
Sé que no es fácil en ciertos entornos familiares o de pareja, pero es algo que antes o después terminarás por darte cuenta.
Y este artículo va justamente de eso: no dejes que los demás decidan por ti. Decide tú mism@.
¿Y cómo sé lo que quiero en la vida? Sigue leyendo.
Todo aquello que no aprendes por discernimiento, lo has de aprender por sufrimiento
Esto que parece un juego rebuscado de palabras viene a decir lo siguiente: si no consigues aprender, desarrollar, percibir, juzgar, discernir (diferenciar) determinados aspectos de la vida (que probablemente necesites aprender), los terminarás aprendiendo “por las malas”, es decir, en una situación en la que sí o sí despiertes de tu letargo.
La vida no suele ponerte delante problemas que no puedes resolver. Más bien, suele ponerte delante lo que necesitas aprender en cada momento para evolucionar.
Puedes no compartir mi anterior punto de vista. Tampoco es mi cometido. Simplemente es el mío.
Antes de proseguir, te pido que no te tomes este post como la Biblia: no pretendo eso. Utilízalo como una guía.
En él estás a punto de descubrir mi caso experiencial de lo que hice hace 3 años cuando me planteé la misma pregunta que ahora te planteas tú.
En Oriente hay un dicho que reza ‘si encuentras a Buda en tu camino, mátalo’. Es decir, no sigas una única doctrina.
Te invito a que tomes este artículo como fuente de inspiración, pero como una más de las fuentes en las que te propongo beber. Indaga más. Este es sólo un camino, lo que a mí me ha funcionado, pero no es “El Camino”.
Eso sí, espero que te pueda ser de mucha mucha utilidad.
Y como tengo la intuición (casi certeza) de que muchas personas hoy en día se sienten perdidas (quizás tú una de ellas) o bloqueadas y les gustaría conocer cómo saber lo que quieren en la vida, en este artículo te voy a invitar a conocer las preguntas, ejercicios y técnicas que me ayudaron a mí en su momento.
Allá vamos.
Cómo conseguí saber lo que quiero en la vida
A continuación te enumero las pautas más importantes que me ayudaron a definir con más claridad hacia dónde orientar mi vida.
1) Toma consciencia de que es normal que te pase
Algo que sigo notando en mis interacciones con otras personas (ya sean online o en el mundo real) es que la mayoría de ellas piensa que el hecho de no saber qué querer hacer con su vida se trata de un caso totalmente aislado.
Dan por hecho que el resto de personas sabemos (o hemos sabido) hacia dónde encaminar nuestra existencia como si fuera algo que aprendemos en el colegio o en el trabajo.
Toma consciencia de que esto no es así. Sé realista: a día de hoy lo normal es vivir vidas de segunda mano, vidas que no queremos. Nadie nos enseñó a mirar hacia nosotros y tomar consciencia de en qué dirección queremos ir.
Ante estos casos siempre me vienen a la mente las palabras de Emilio Duró:
«hay gente que dice: es que a mí me caen todos los marrones”.
Quizás este pequeño video te pueda inspirar.
2) Sé consciente de que ya has dado un paso importante
A modo de resumen, déjame decirte que hay 3 niveles de consciencia en relación a un problema:
ο Inconsciencia: no sabes que tienes un problema.
ο Consciencia no resuelta: sabes que tienes un problema pero no tienes ni idea de cómo resolverlo.
ο Consciencia resuelta: ya sabes cómo resolver el problema.
¿Dónde crees que está la inmensa mayoría de la población de este mundo?
Exacto, en la inconsciencia más plena, el llamado piloto automático, el moverse por inercia, la carrera de la rata,…
¿Y dónde estás tú ahora mismo?
¡Correcto de nuevo! En el segundo nivel. Es decir, ya sabes que tienes un problema (no sabes qué quieres hacer con tu vida) y eres consciente de que quieres buscarle solución, aunque a día de hoy no tengas ni idea de por dónde empezar.
Así que ya tenemos algo ganado. Quítate la presión y cambia tu manera de ver el problema.
3) No te obsesiones con conocer todas las respuestas
Sé que quieres tener una claridad del 100% a la hora de descubrir cómo saber lo que quiero en tu vida. Quizás también te conformes con un 80%.
Pero has de entender que nadie, absolutamente nadie, tiene un control total de su vida ni mucho menos de sus circunstancias.
El tener una idea está genial (de eso va este post) pero no te obsesiones con tener un mapa perfectamente planeado.
Ver la otra cara de la moneda te puede ayudar: ¿te imaginas tener todo tu vida decidida de antemano?
¿Realmente te gustaría no poder salirte de ahí? Lo genial de la vida es que a cada instante te ofrece infinidad de posibilidades para cambiar, mejorar, elegir, decidir…
Cuando crees que conoces todas las respuestas llega el Universo y te cambia todas las preguntas
Quizá este inconmensurable video te dé qué pensar al respecto:
Entiendo que quieras tener una idea de hacia dónde orientarte, pero date cuenta de que es saludable y equilibrado (y necesario) dejar espacio a cierta incertidumbre.
Lo único que nunca cambia es que nada deja de cambiar
La vida al final es eso: incertidumbre y cambio, así que no te obsesiones con tenerlo todo planeado.
4) Vive desde el aprender
Te invito a asumir que tarde o temprano tendrás mayor claridad acerca de lo que quieres en tu vida y que, mientras tanto, te vayas preparando para ese momento.
Verás, puedes estar en la vida desde el aprender o desde el entretenerte. A mi juicio y habiendo vivido años de haber hecho ambas cosas, vivir desde el entretenerte es un parche para no querer afrontar el reto de vivir la vida real.
Por contra, vivir desde el aprender es construir una mentalidad a prueba de bombas y rodearte de una serie de recursos y habilidades que harán que tengas mayor confianza a la hora de caminar por este maravilloso y no fácil viaje que es vivir.
Aquí te dejo con la entrevista del gran blogger español Antonio G. a Sergio Fernández acerca de la doble urgencia de vivir:
Habilidades universales
Hay ciertas habilidades y hábitos universales que, independientemente de qué te gustaría hacer con tu vida, es vital que aprendas y practiques, además de serte de utilidad para averiguar por dónde orientar tu camino.
Te listo aquí las que mayor impacto han tenido en mi vida desde mi reinvención como profesional y ser humano:
-Ejercitar mi cuerpo cada día
–Leer acerca de desarrollo personal cada día
-Aprender a gestionar mi dinero, con conceptos básicos como cuenta de gastos, balance, presupuesto, activo o pasivo. Te dotará de una profundamente mejor inteligencia financiera.
Es necesario conocer lo básico acerca de una herramienta tan importante como el dinero, que todos la usamos a diario, pero que nunca nadie nos enseñó a utilizar con sentido.
-Aprender a gestionar mis emociones, algo que también (sí o sí) necesitarás aprender tarde o temprano.
– Aprender a gestionar mi energía y mis prioridades, para conocer en qué momentos del día soy más productivo y qué prioridades son en las que debo poner foco cada día.
– Conocer mis valores esenciales, para vivir en coherencia con ellos, después de hacer este breve ejercicio.
-Invertir tiempo con personas que me llenen de energía y en construir relaciones.
-Decidir cuál va a ser mi actitud ante la vida a partir de ahora.
– Dedicar tiempo a autoconocerme, para saber qué talentos poseo (qué se me da bien de forma natural), qué me apasiona (con qué se me pasan las horas volando) y cómo podría unir ambas en un mercado tan cambiante y lleno de oportunidades como el actual (esto te lo contaré en el siguiente apartado).
Ahora dime cuántas de las anteriores habilidades, hábitos o recursos te enseñaron en la escuela, universidad o trabajos anteriores. ¿Entiendes ahora por qué es normal que no sepas lo que quieres hacer en tu vida?
“Lo esencial es invisible a los ojos”, decía El Principito.
“Lo esencial es invisible a nosotros”, añadiría yo (por parte del sistema).
5) Exponte a nuevas experiencias y contactos
Es normal creer que los lugares hasta los que nos hemos movido hoy conforman el mundo, pero el mundo está inmensamente lleno de experiencias que aún no has experimentado.
La clave es aprender algo nuevo, exponerte a nuevas ideas, como la lectura de este blog.
Siempre me oirás decir que todo comienza en la mente, con un cambio de ideas y pensamientos. Ese cambio conlleva un cambio de emociones, que induce un cambio de acciones, que con el tiempo (aproximadamente 66 días) produce un cambio de hábitos.
Y para conseguir cambiar tus ideas y pensamientos has de exponerte a diferentes fuentes de información y experiencias de las que te expones ahora mismo.
Aquí te enumero las 3 que a mí más me han aportado:
◊ Una vez al año practica una nueva actividad que creas que te gusta o apúntate a un nuevo curso en el que tengas que aprender nuevas habilidades y conozcas a nuevas personas.
Éstas te aportarán diferentes reflexiones y nuevos puntos de vista que los que actualmente conoces.
Esto es esencial en tu caso, para así probar qué te gusta o se te dá bien que antes no conocías.
◊ Nunca dejes de viajar. Conocer otras culturas, paisajes, personas y formas de vida tiene un componente espiritual y de autoconocimiento que no conseguirás si siempre te mueves por los mismos lugares.
Dicho esto, aunque no aprendas nada del viaje en sí, al menos te servirá para darte cuenta de que, muchas veces, lo mejor de ir es volver.
◊ Frecuenta contextos de alta belleza. Salir a dar un paseo por parques, montañas, embalses o visitar asombrosos monumentos y esculturas te dotará de la inspiración necesaria para ayudarte a encontrar respuestas.
6) Invierte tiempo en querer saber qué quieres
He dejado para lo último lo más importante. Este punto es el típico que muchos leerán y pocos aplicarán. Aquí se distingue a quienes les duele de verdad su situación actual y quienes todavía pueden seguir un poco más sufriéndola y aguantándola.
Ya sé que no sabes lo que quieres en tu vida y ya sabes que es lo normal. Ahora bien, si no sabes qué quieres, ¿por qué no le dedicas tiempo a averiguarlo?
Y tú me dirás: “no sé cómo hacerlo”. Y yo te diré: “sigue leyendo”.
Te propongo realizar el ejercicio de tu vida.
Es un pequeño ejercicio que si realmente lo quieres hacer bien te llevará una tarde y que te dará una claridad tremenda sobre qué es lo que realmente te apasiona, cuáles son tus talentos más ocultos y cómo poder encontrar el punto de intersección entre todo ello.
La idea es encontrar un camino que sea el tinte de lo que te gustaría hacer.
Necesitas una misión ahora mismo, pero no tiene por qué ser permanente. Permítete a ti mismo que cambie con el paso de la vida. Vas a tener una parte específica que va a cambiar y una parte intrínseca, de valores, que va a mantenerse como tinte de todo lo que haces –Nacho Muñoz
No fue hasta que me puse a realizar este ejercicio cuando comencé a intuir por dónde orientar mi vida. Desde entonces mis acciones están alineadas con ese camino general.
Aquí puedes descargarte gratis el ejercicio para saber qué hacer con tu vida (y de paso descubrir qué saqué yo en claro de ello):
Conclusiones
Saber lo que quieres en la vida no es algo excepcional que te haga únic@ por no conocerlo aún.
Es un proceso en el que a partir de hoy te has decidido involucrar (ojalá sea así).
No hay una respuesta exacta para ti ni para nadie: hay infinitas posibilidades y con compromiso, actitud y tiempo pude diferenciar el grano de la paja.
Espero que los pasos que yo di acerca de cómo saber lo que quiero en la vida mediante los que encontré mayor claridad en mi vida y la dotaron de mayor sentido te puedan ser de utilidad para acercarte a saber hacia dónde orientar la tuya.
Pero recuerda: reflexionar sobre ello está muy bien, pero además hay que ponerle acción. Si realmente quieres que estas ideas te sean de utilidad, haz el ejercicio que te he propuesto y comienza a atar cabos.
Por último, te invito a tener la actitud de salir a la calle y pensar que cualquier ser humano puede enseñarte algo.
Pienso que cualquier persona en este planeta sabe más que tú de algo. Deja que otros aporten. Bebe de muchas fuentes para finalmente formar tu propio criterio. El tuyo. Esto se llama humildad, uno de los valores que ojalá muevan tu vida a partir de hoy.
Ahora te toca a ti
Si estas líneas te han sido de utilidad te animo a compartir este post en tus redes sociales. Tal vez pueda ser de ayuda a otras personas que como tú no saben qué hacer con su vida.
Y para ayudarte a organizar en papel esas ideas, propósitos o posibles opciones te recomiendo esta agenda de desarrollo personal, que une lo mejor del coaching y la psicología positiva:
Adicionalmente, si ya tienes medianamente claro lo que quieres en tu vida, ¿qué le recomendarías a alguien que no sabe por dónde empezar?
Un placer escribir para ti, amig@.
Miguel Ángel
¡Compartir es mejorarnos!
Gracias por compartir tu proceso!!!
Muchas gracias por tomarte el tiempo de compartir con nosotros esta ruta que sin duda nos ayudó y ayudará a muchos. Un fuerte abrazo.
Un placer Luis! Lo hago con mucho amor, para personas como tú que saben apreciarlo y aplicarlo. Un abrazo!
Es la primera vez que leo su blog, antes no había buscado esta pregunta aunque hace años atrás me la había formulado estaba en la inconciencia, pasaron como 4 años para atreverme a buscar y despojarme de estas incógnitas no quiero esperar mas para buscar la solución. Muchas gracias por compartir tu experiencia es como una velita en tanta oscuridad que uno siente en este camino.
Gracias a ti Joselin por compartir tus impresiones y por tus palabras!
Hola Miguel Angel. Gracias por compartir tu experiencia, me reconforta más de lo que imaginas que en este andar de la vida no soy la única que no sabe lo que quiere o no sabe por dónde comenzar. Me identifico mucho, así que sin más, te comento que acabo de desargar tu guía y la pondré en acción desde hoy. Buen camino a todos tus proyectos. Mil gracias
Hola María!
Me alegro en el alma de lo que me compartes. Este tema es un aprendizaje que todos hemos de hacer y además creo que seguimos continuamente en ello (es un aprendizaje constante). Pero es tan necesario y tan reconfortante que merece la pena 😉
Gracias por descargarte la guía. Espero que encuentres en ella o en el blog información útil para ti.
Un abrazo muy grande y muchas gracias por compartir tus impresiones!!
Me has caido como anillo al dedo, sin duda alguna una de las mejores guias que pude haber encontrado, defines y explicas a la perfeccion las cosas importantes que hay que tener en cuenta para poder empezar con ese cambio y aceptacion de uno mismo hacia la realidad del futuro y sobre todo me has dejado claro como puedo empezar. Gracias por presentarme Sergio Fernandez y por abrir mi mente y dejar esa semilla de querer aprender mas de todo pero sobre todo mas de mi.