¡Compartir es mejorarnos!
Hoy te traigo mi experiencia personal de cómo encontrarse a uno mismo con un hábito que descubrí hace sólo unos pocos meses: una cita diaria con mi mejor amigo.
Y qué bien me vino.
Sinceramente me pasaba como quizás te pase a ti: estaba de un lado para otro todo el día, con ganas de hacer más y con cada vez menos tiempo. Ciertamente no era el único: al fin y al cabo a todos nos pasa. La sociedad es así, tampoco es para tanto, pensaba.
Sin embargo, algunas veces menos es más. Hoy quiero que te propongas reservarte ese ratito con tu mejor aliad@, tu mejor amig@.
Aquella persona que te ha dado tus mayores alegrías y te ha llevado a tus mayores desgracias. Hoy te propongo que te cites contigo mismo unos minutos al día. O lo que es lo mismo, que aprendas a meditar desde cero.
En el artículo de hoy te presento los 3 pasos de meditación para principiantes que te incito a practicar desde mañana mismo. Pero antes…
Cómo empecé con esto
Todo empezó una tarde tomando un té con mi amiga Jessica. En un momento dado me dijo sin tapujos: “Miguel, tienes que empezar a meditar. Ya verás qué bien te va a ir”.
Y sinceramente, era una palabra que ya había oído bastante los últimos meses, pero no me llamaba demasiado la atención. Realmente no conocía sus beneficios, que ya los compartí contigo en la sección «2 ratitos al día» de este artículo.
El caso es que, como suele pasar, haces caso del consejo de alguien a quien admiras, valoras o confías. E hice caso a mi amiga.
Esa semana (coincidencias del destino, un clásico) había un curso gratuito de meditación en Dublín, así que fui para allá (mi amiga también se unió) y en 2 horas y media que se me pasaron volando tuve la enorme suerte de conocer a un buen hombre de Nueva Zelanda, maestro del arte de la meditación.
Es de esas personas que tienen esa sonrisa perenne, que no se están riendo pero lo parecen. Estimo que el hombre tendría unos 75-80 años, pero habló en un perfecto inglés durante las 2 horas y media casi sin descansar, algo que sólo hizo en dos momentos para enseñarnos su forma de meditar (como él dijo, de encontrarse a uno mismo).
Lo primero que me desconcertó fue cuando escuché de sus labios la palabra “marathon”. Le miré de arriba a abajo y pensé de nuevo en su frase. No cabía duda: se refería a una maratón de meditación.
Pero al cabo de unos minutos quise salir de dudas y le pregunté directamente: ¿Cuando dice maratón, a qué se refiere? El hombre me contestó, casi sorprendido: “running”.
What??? Ese hombre, según nos contó, iba a correr la siguiente semana su trigésimo segunda maratón (32ª). Se desplazaría de Dublín a Nueva York, para luego volver a Nueva Zelanda en un total de 34 horas de vuelo. Lo normal para un hombre de unos 80 años, vamos…
Durante el tiempo que tuve el placer de compartir con él, no me cansé de escuchar todo lo que nos quería contar acerca de la meditación, cómo él se inició en este mundillo cuando tenía unos 30 años y cómo lo sigue practicando a día de hoy.
Recordando sus palabras, hoy quiero incidir de nuevo en esos minutitos al día que deberías dedicar a ti, en soledad, en silencio. Si eres honest@ contigo mism@, nada te impide sacar 5 o 10 minutos diarios para aparentemente “no hacer nada” (ya verás que sí haces algo, y que es realmente valioso).
Qué aprendí aquel día
La meditación no depende de si crees o no en Dios, ni de qué Dios sea el tuyo. No es una religión, ni una filosofía ni una doctrina o dogma. Es una forma de encontrar tu camino espiritual, de encontrarse a uno mismo: de contactar con tu “yo” interior.
Sirve para calmar o parar tu mente. Como sabes, tú no eres tu mente o cuerpo. Eres más que eso.
Aprendí que hay muchas maneras de meditar. Cada uno debe encontrar la suya, en la que esté más cómodo. En mi caso me centro en la imagen de una vela y de una flor (más abajo te comparto el procedimiento exacto).
Este buen hombre nos aconsejó utilizar una foto de cuando eras pequeñ@, ya que es útil el ver cómo era tu cara hace muchos años, lo que reflejaba: no miedos, no críticas, juicios, negatividad, ansiedad… Y esa personita eras tú. Y sigues siendo tú.
Nos aconsejó no meditar tumbado ni sentado (ni en la cama ni en el suelo). Mejor en una silla, con la espalda rígida (ayuda a meditar mejor). Manos juntas o la derecha encima de la izquierda.
Los 3 pasos de meditación para principiantes
Ahora quiero compartir contigo lo que hago cada mañana, en unos 10 minutos. Me sirve sobre todo para empezar con energía el día, y para situarme dentro de mis planes de vida.
Mi cita diaria conmigo mismo se divide en estas 3 partes:
Paso 1
En mi habitación, después de poner música de relajación como ésta, me siento en mi silla con la espalda recta y la mano derecha sobre la izquierda, cierro los ojos y me centro en mi respiración.
Esto de por sí ayuda mucho a calmar tu mente, pero además me centro en respirar bien (abdominalmente, con el diafragma). Hoy en día muy pocas personas saben cómo respirar correctamente.
Para aprenderlo, echa un vistazo a este enlace. Este ratito contigo mismo puede ser un buen momento para practicar. Poniendo el foco en respirar correctamente calmo mi mente.
A continuación, visualizo la llama de una vela (tendrás previamente que hacerte con una foto de una vela para no imaginarte nada abstracto. Si quieres usar una de verdad, mejor).
Me centro en su textura (con los ojos cerrados) y me imagino esa llama en mi interior, iluminando mi cuerpo. Da brillo y luminosidad a mi mundo interior.
Poco a poco visualizo cómo se expande hasta todas las partes de mi interior. A cada inspiración, esa llama se hace cada vez más grande. Estoy relajado y lleno de energía.
Acto seguido visualizo una flor (al igual que antes, hazte con una foto o con una flor de verdad, para tener una imagen específica de ella). Simboliza mi felicidad.
Me centro en ella y recorro sus pétalos rojos. Noto cómo mis labios se mueven dibujando una bonita sonrisa. Me siento feliz, calmado y alegre.
Al poco rato, abro los ojos y centro mi mirada en el árbol que tengo justo enfrente de casa. Miro su copa y su tronco, y lo observo durante unos segundos, sintiendo que es un ser vivo más.
Me pongo en su lugar y visualizo lo que él ve desde su posición al mirar hacia mi ventana. Es decir, me visualizo a mí. Todo ello en ese estado de felicidad.
Después cierro los ojos y me centro de nuevo en mi respiración.
Como ves, no es nada excepcionalmente complicado, se trata de meditación para principiantes.
Paso 2
En este estado de relajación, analizo si lo que hice ayer está alineado con mi propósito de vida, con lo que quiero hacer (si aún no has descubierto el tuyo, te invito a que lo hagas aquí).
Adicionalmente reflexiono sobre qué podría mejorar hoy y qué aprendí ayer de lo bueno y malo que me ocurrió.
Paso 3
Por último (todavía con los ojos cerrados) visualizo cómo sería mi vida si tuviera éxito con este blog. Visualizo mi bandeja de correo con decenas de comentarios y mensajes de personas a las que he ayudado con este proyecto.
Visualizo cómo crece la lista de miembros del club, cómo crece el blog (con colaboraciones externas, artículos de invitado, cómo se posiciona en la primera página de Google, etc).
Al visualizar lo que quiero conseguir estoy un poco más cerca de conseguirlo .
Y a continuación abro los ojos, sonrío y comienzo el día con una sensación tan increíble que tienes que vivirla para que me puedas entender.
Esto es lo que realizo a día de hoy, lo cual no significa que dentro de unas semanas aprenda nuevas técnicas y las aplique en mi meditación diaria, pero aquí te he expuesto los 3 pasos de meditación para principiantes que considero más aptos para empezar desde cero.
Reflexión personal
¿Por qué, a mi modo de ver, nos resulta tan difícil meditar, encontrarse a uno mismo, creer, cambiar de forma de pensar, etc?
Porque son actividades no palpables, no demostrables. No te puedo decir: “mira, aquí tienes unos gramos de meditación” o “mira, esto es del color del pensamiento”.
Son “entes” intangibles. Pero date cuenta de que las mayores fuerzas que nos mueven en este mundo son de esa misma naturaleza: intangibles. El amor, el respeto, el odio, el miedo…
No te puedo mostrar un kilo de odio, pero sabes que existe. Con pensamientos podemos obtener resultados palpables, pero normalmente lleva algo de tiempo, que las personas no están normalmente dispuestas a invertir.
Es por eso que creo que actividades intangibles como meditar, pensar en quién eres, qué quieres, creer que puedes… que con tiempo originan resultados tangibles (incremento de productividad, aumento del nivel de salud, mejora de actitud frente a problemas…) no son muy acogidas en la sociedad del siglo XXI.
Esto puede ser debido a que, además de no poder medirse, precisan de nuestro más valioso recurso: el tiempo. Y aunque los dividendos sean realmente beneficiosos, las personas de hoy en día quieren las cosas ya y, si es posible, sin esfuerzo por favor.
Quizás deberíamos recordar de nuevo la Matriz de Eisenhower y cómo muchos de los grandes escritores y pensadores nos indican que las actividades realmente transformadoras no ocurren en una oficina, ni enfrente de la televisión, sino en el maravilloso jardín de tu ser.
Y este jardín pertenece al mundo del segundo cuadrante de la Matriz: lo importante no urgente.
Conclusión
Como he dicho anteriormente, hay muchas formas de utilizar ese ratito diario contigo mismo. Ésta que te he presentado hoy es sólo una y sirve para calmar tu mente y sentirte realmente bien, con más energía y felicidad.
Pero la meditación también sirve para descubrir un mundo interior lleno de respuestas, de paz interior y de autoconocimiento.
Sirve para encontrarse a uno mismo.
Me comprometo a ir poco a poco aprendiendo en esta línea y compartiéndolo contigo.
Todos somos buscadores, y nuestro objetivo es el mismo: encontrar paz interior, luz y disfrute, para liderar vidas llenas de satisfacción verdadera – Sri Chinmoy
Si aún no lo ves claro o no sabes por dónde empezar, te invito a releer estos 3 pasos de meditación para principiantes y después, te dejo que lo medites.
Un placer escribir para ti, amig@.
Miguel Ángel
Ahora tú
¿Te propones intentar una cita contigo mismo durante unos minutos siguiendo los 3 anteriores pasos? Cuéntame cómo te ha ido y si has obtenido los resultados que comento.
¡Nos vemos en unos días!
¡Hasta pronto!
¿Te ha gustado el post? ¡Puntúalo!
¡Compartir es mejorarnos!
Buen artículo sobre meditación. Te propongo un paso más allá: aprender a usar las llamas. Infórmate sobre la llama violeta, que es muy interesante, por ejemplo, aunque la llama blanca es la que uso más a nenudo. Un abrazo.
Hola Silvia,
genial tu proposición, así aprendemos algo nuevo, yo el primero. Este fin de semana me comprometo a leer sobre las llama violeta.
Gracias por pasarte por aquí.
Un abrazo!
Estoy enganchada a este blog, información valiosa para poner en práctica y descubrir sus beneficios. Llevaba mucho tiempo escuchando hablar de la meditación pero no había puesto foco en como aplicarlo, gracias por compartir tu técnica.
Patricia!
Gracias por tu comentario, se agradece! A mí me pasó lo mismo: varias veces escuchando o leyendo sobre meditación hasta que mi amiga me lo recomendó en primera persona (como lo estoy recomendando yo ahora) y probé. Y la verdad es que me va genial. Me puedo saltar alguna actividad algún día pero la meditación, al hacerla por las mañanas, nunca me la salto.
Te la recomiendo!
Un abrazo muy grande amiga!