¡Compartir es mejorarnos!
Vives en una sociedad en la que en el mejor de los casos, si preguntas a alguien qué tal le va, te puede contestar “bien”, “tirando”, “ahí estamos” o algo similar.
También vives en una sociedad en la que la tecnología ha llegado para quedarse y mal utilizada (ya se están viendo casos) puede ayudar a destrozar vidas humanas.
Adicionalmente, vives en una sociedad en la que lo normal es ser “cool”, idolatrar a famosos y estar constantemente inundado por información repetitiva y de baja calidad.
Si a esto le sumas que no has sido educado correctamente en casa o en el colegio (nunca te enseñaron nada sobre inteligencia emocional), la pregunta es:
¿Cómo diablos hago para creer en mí mism@? ¿Cómo voy a tener la autoestima alta?
En este artículo he recopilado una buena serie de ideas e información de grandes fuentes para mostrarte cómo puedes aumentar tu autoestima. Eso sí, como todas las cosas importantes en la vida, requiere de tiempo. Verás…
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es básicamente la percepción que tienes de ti mism@. Cuando te falta autoestima o la tienes baja es porque no aceptas quien eres, tal y como eres, y sueles compararte con los demás.
Además es importante que sepas que la autoestima no es una meta, sino parte de tu personalidad que está en constante evolución.
La autoestima no depende de los resultados
Esto es así porque entonces solo te sentirás bien y con confianza cuando logres lo que esperas.
Cuando esto te ocurre, estás siendo presa de tus circunstancias. Como dice Javier Iriondo, “es como decir que solo seré feliz cuando gane. Si es así como quieres vivir, entonces prepárate para ser infeliz. La autoestima no es algo que tienes que demostrar al mundo: es quererte, respetarte, perdonarte, valorarte y aceptarte”.
En este video de Javier Iriondo en El Hormiguero puedes aprender cómo la autoestima no depende de los resultados:
4 Causas de tu baja autoestima
Según el genial Simon Sinek (te recomiendo ver esta entrevista en inglés), las causas de la baja autoestima que actualmente presenta la sociedad (especialmente los jóvenes millenials, aquellos nacidos aproximadamente a partir de 1984 y entre los que me incluyo) y que tal vez sean las causas de tu falta de autoestima, son:
1) La forma en que has sido criado
Independientemente de la edad que tengas, lo que es prácticamente seguro es que te has criado bajo el cobijo de tus padres en la adolescencia.
De pequeños nos dicen que somos especiales, que podemos llegar a ser quien queramos y que podemos tener lo que queramos con sólo quererlo de verdad.
En algunos casos, como apunta Simon, “hemos cursado estudios avanzados o de distinción no porque los mereciéramos, sino porque nuestros padres se quejaron. Algunos obtuvieron buenas notas no porque las sacaran, sino porque los profesores no querían lidiar con los padres”.
Si cogemos a este grupo de personas cuando se gradúan, obtienen un trabajo y entran en el mundo real, en un instante descubren que no son especiales, que sus madres no pueden hacerles promocionar en la compañía y que no pueden tener lo que quieran sólo porque lo quieran. Y en un instante toda su autoimagen está hecha pedazos. ¿Te suena esto de algo?
Adicionalmente, probablemente tus padres y profesores intentaron hacerlo siempre lo mejor posible, pero en ocasiones algunas cosas que te dijeron afectaron gravemente a tu autoestima y las tienes grabadas en tu sistema de creencias.
Algunos ejemplos de esto son: “No vales para nada”, “Eres un vago”, “Nunca haces nada bien”. Según Positivalia, esto puede ser la base de una baja autoestima de adulto.
2) La tecnología que tienes a mano
Con Facebook, Instagram… puede que llegues a creer que la vida es increíble incluso si estás deprimid@. Sólo por el hecho de que alguien te dé un Like.
Según un estudio científico en la Universidad de Harvard de 2012, hablar de un@ mism@ en las redes sociales segrega dopamina y activa una sensación de placer en tu cerebro usualmente asociada con el dinero, el sexo y la comida.
Es por esto que cuentas los likes, chequeas 10 veces si alguien ha leído tu publicación y si ha interaccionado con ella.
La dopamina es exactamente el mismo químico que nos hace sentir bien cuando bebemos, fumamos o jugamos (poker, ruleta,…). En otras palabras, es altamente adictivo.
Según Simon Sinek, “existen restricciones de edad en el tabaco, el juego y la bebida, pero no hay ninguna restricción de edad en cuanto al uso de los teléfonos móviles y redes sociales” (ya se ven por la calle críos de 3 o 4 años con una tablet o un smartphone en las manos).
Añade que “casi todos los alcohólicos descubren el alcohol cuando son adolescentes. Cuando somo niños, la única aprobación que necesitamos es la de nuestros padres.
Sin embargo, cuando pasamos la adolescencia, la única aprobación que necesitamos es la de nuestros colegas y amigos”.
En la adolescencia descubren el alcohol y éste les ayuda a pasar ratos de estrés y ansiedad.
Desafortunadamente, eso se queda grabado en sus mentes y crean el hábito de, cuando en el resto de sus vidas sufren estrés, no acudir a una persona sino acudir a la botella.
El mecanismo es el mismo con la adicción al móvil. Como tienes un acceso sin restricciones a las redes sociales, probablemente cada vez que te sientes “de bajón” acudas a un dispositivo (móvil) que ofrece un alivio temporal, no a una persona.
Según Simon, “esto conlleva a que muchas de las personas (mayoritariamente jóvenes) no saben cómo formar verdaderas relaciones con otras personas. Los jóvenes admiten que sus compañeros son superficiales, que no pueden contar con ellos, que no confían en ellos”.
Así pues, el resumen es que no hay nada malo en estar en las redes sociales o utilizar el móvil. Lo que no es aconsejable es el desequilibrio. ¿Y qué es el desequilibrio?
Aquí te muestro algunos ejemplos:
-Si estás sentad@ con tus amig@s y estás escribiendo por whatsapp a alguien que no está ahí, es un desequilibrio.
-Si estás en una reunión con personas a las que se supone que estás escuchando y pones el móvil encima de la mesa (da igual si está boca arriba o boca abajo) estás mandando un mensaje subconsciente a los allí presentes: no me importáis. Y el hecho de que no puedas apartar el móvil es debido a que estás adicto. Esto también es un desequilibrio.
-Si te despiertas y chequeas el móvil antes de decir hola a tu novi@, marido, mujer,…. tienes una adicción. Otro desequilibrio.
Y como toda adicción, con el tiempo, destruirá relaciones, costará tiempo y dinero y empeorará tu vida.
Por todo esto, la sociedad (quizás tú entre ellos) no ha aprendido mecanismos saludables para lidiar con el estrés.
De acuerdo con el psicólogo Antonio de Dios (del Hospital Quirón de Marbella) “se produce una dependencia absoluta de los demás, pues el móvil es una manera de estar conectado. Es todo un problema de autoestima y de relación. De hecho, la inseguridad personal es el factor más común que causa nomofobia” (el miedo a no tener el móvil contigo).
3) Tu infinita impaciencia
No sé si ya te diste cuenta pero estás en un mundo de gratificación instantánea.
Si quieres comprar algo, lo buscas en Internet y al día siguiente (o pocos días) lo tienes en casa.
Si quieres ver una peli, en 1 minuto la puedes ver online o descargártela por Internet.
Si quieres tener una cita, no es ni siquiera necesario que aprendas cómo pedirla y practicarlo enfrente del espejo. Arrastras el dedo y con suerte tienes un match.
En definitiva, no tienes que aprender los mecanismos para hacer frente a este tipo de situaciones sociales.
En general, como dice Simon, “puedes tener todo lo que quieras casi instantáneamente, excepto satisfacción profesional y cultivo de relaciones. No hay una aplicación en el móvil para ello. Son un proceso lento, sinuoso e incómodo”.
Así pues, lo que tienes que aprender es el cultivo de la paciencia. Darte cuenta de que las cosas que importan de verdad como el amor, sentirse realizado en el trabajo, el placer, amar la vida, autoestima… todas ellas toman tiempo.
El número de suicidios duplicó al de muertos por accidentes de tráfico en 2014 (este dato aportado en este post de Edu Serrano de Ruta Kaizen sobre tu vacío interior me escalofrió) .
También hay un incremento de accidentes debido a sobredosis.
Hay más chavales saliendo de las escuelas a edades tempranas o tomando años sabáticos debido a la depresión.
Sin duda todo lo visto hasta el momento son causas principales de ello.
4) El entorno en que te mueves
Aquí viene el plato fuerte. Como sabes, vivimos en un entorno en donde a las compañías en general les importa más los números que las personas.
Les importa más las ganancias a corto plazo que el futuro de sus trabajadores a largo plazo.
El ambiente laboral no ayuda a aumentar tu autoestima y confianza en ti mismo. Terminas por creer que el problema eres tú, cuando en muchas ocasiones no es así.
Como dice Simon, “el problema no eres tú, es la total ausencia de liderazgo en nuestro mundo de hoy quien hace que te sientas como te sientes”.
A esto además hay que unirle lo que predomina en la sociedad, que es el uso ininterrumpido del teléfono móvil. Si alguna vez te has parado a contar en el transporte público el número de personas que no tienen un dispositivo en sus manos (ya sea tablet, móvil o laptop) sabrás de lo que te hablo (se suelen contar con los dedos de una mano).
Según palabras de Simon: “cuando estoy de cena con mis amigos, todos dejamos el móvil en casa, excepto uno (quizás). El uso excesivo del móvil (en situaciones que puede no requerirse) es como el alcohol. La razón por la cual te llevas el alcohol fuera de casa (es porque no confías en tu fuerza de voluntad. No eres lo suficientemente fuerte.
Pero cuando eliminas la tentación es más fácil. Si no tienes tu móvil contigo empiezas a valorar y disfrutar del mundo como es. Y ahí es cuando surgen las ideas”.
En mi opinión, la anterior última frase es la más potente: ¿recuerdas la última vez que tuviste una buena idea? Muy probablemente te pillaría desprevenido, sin tu móvil en las manos.
Muy bien, pues teniendo todo esto en consideración, seguro que te surge una pregunta: ¿qué hacer? De momento, seguir leyendo.
Cómo recuperar la autoestima
En cuanto a los anteriores 4 puntos, veamos qué puedes hacer al respecto:
1) La forma en que has sido criado: desgraciada o afortunadamente no puedes cambiar tu educación ni adolescencia. La forma en la que te han abierto el cerebro como un melón y has absorbido información, conceptos y aprendizajes no la puedes cambiar.
Así que simplemente se trata de aceptarlo y de no culpar a nadie por ello. Ha sido así y punto. A partir de aquí vemos cómo podemos construir.
2) La tecnología que tienes a mano: este punto depende totalmente de ti. El uso responsable de tu móvil, redes sociales, tablet, etc. no depende de nadie nada más que de ti.
El saber a partir de hoy que esto crea adicción y que puede llegar a ser peligroso (recuerda el dato de las tasas de suicidio y depresión) quizás te pueda ayudar a tener más consciencia sobre ello.
3) Tu infinita impaciencia: la paciencia o la impaciencia no es algo que se tiene o que se nace con ello: es algo que se aprende.
Quédate con esto porque si tu sistema de creencias (tu ego) te dice que hay personas pacientes e impacientes o hay personas que son pacientes por naturaleza, tendrás primero que trabajar en esa creencia y borrarla de tu mente.
Casi todo en este mundo se puede aprender (o desaprender) y la paciencia, créeme, es algo que se adquiere.
Así que si quieres tener mayor autoestima, una de las formas de conseguirlo es trabajando en tu impaciencia. Necesitarás aprender a ser paciente para poco a poco recorrer el largo camino de incrementar tu autoestima.
Aunque quizás no te lo parezca, tiene mucha relación.
4) El entorno en que te mueves: te hago una pregunta: ¿crees que puedes cambiar tu entorno?
Como diría Henry Ford, “tanto si crees que puedes como si no, estás en lo cierto”.
¿Se puede cambiar el entorno? Desde luego que lo puedes cambiar.
Y con esto no me refiero a mudarte de ciudad o cambiar de país. Me refiero a seleccionar cuidadosamente en qué atmósferas te mueves y la información que consumes.
O lo que es lo mismo: mejorar tus contextos.
Quizás no puedas cambiar tu entorno a nivel macro, pero te aseguro que lo puedes hacer a nivel micro.
Como ya sabes, Jim Rohn te propone darte cuenta de que “eres la media de las cinco personas con las que pasas más tiempo”.
En mi caso, lo tengo comprobado y estoy de acuerdo con la anterior afirmación.
Según Sergio Fernández, “el contexto donde desarrollas tu vida influye directamente en tu nivel de energía, en la percepción que tienes de ti mismo (autoestima) y en los resultados que obtienes”.
Por ejemplo, ser el vecino pobre de un vecindario de alto nivel o ser el que menos sabe de una reunión de sabios te ayudará a espabilarte.
Te invito a frecuentar contextos de alta vibración, tanto a nivel de personas como a nivel de paisaje.
Estar rodeado de belleza mejorará tu estado de ánimo y tu inspiración.
Los seres humanos tenemos una gran capacidad de aprendizaje e imitación, así que el contexto donde vives y donde trabajas es vital.
Como comenta Sergio en su libro Misión Emprender “las reuniones profesionales las hacía en hoteles de 5 estrellas porque sabía intuitivamente que el contexto donde tiene lugar una conversación es igual de esencial que la propia conversación”.
Al mejorar el contexto, mejorarás tú automáticamente.
4 soluciones más a tu falta de autoestima
Además de los 4 puntos anteriores, las vías más eficaces para incrementar tu autoestima son las siguientes:
5) Asocia la autoestima con algo interno
Estoy totalmente de acuerdo con la siguiente frase de Positivalia, “en general, muchas personas acaban asociando la autoestima a lo que opinan los demás en lugar de tener una idea propia y subjetiva sobre sí mismos”.
“La autoestima es esencial para ser feliz, y no puede estar sujeto a algo externo a nosotros mismos, sino que depende solo de nosotros, de lo que hagamos y de la confianza que tengamos”.
A colación de esto, te super recomiendo el siguiente video de Borja Vilaseca sobre qué más da lo que opinen de ti.
6) Deja de compararte
“Run your own race” (corre tu propia carrera) que diría Robin Sharma (por cierto, según él confiesa, ésta es una de las cosas que ha aprendido que más le ha transformado).
Una de las maneras más efectivas de aumentar tu autoestima es no compararte con los demás, sólo contigo mismo.
En este sentido, la televisión, las redes sociales, las películas, las series… te hacen mucho daño, ya que siempre te muestran supuestos ideales y perfectos modelos.
¿Quieres que te diga algo? Para mí el éxito es ser un poquito mejor cada día. Ser un poquito mejor que tu “yo” de ayer. Si quieres compararte con alguien, compárate contigo mismo. Con nadie más.
7) Agradece, agradece y después… agradece
Sin duda el hábito de dar las gracias todas las noches antes de irme a la cama ha sido un antes y un después en mi modo de ver la vida.
Además, es una de las vías más importantes (y quizás rápidas) para aceptarte más y mejor (así lo piensa también Javier Iriondo en este artículo sobre la autoestima).
Si no eres agradecido, estás continuamente pensando en todo lo que te falta. Así pues, te propongo dar gracias por lo que tienes, por lo que haces y por lo que te ha ocurrido en el día de hoy.
Como dice Javier, “el agradecimiento nos calma y nos llena”. En mi caso concreto, puedo corroborar que así es.
8) Aprende a gestionar tus miedos
Gestiona alguno de tus miedos (aunque sólo sea uno) y verás cómo la imagen que tienes de ti mism@ se fortalece instantáneamente.
¿Quién serías si supieras gestionar tus miedos?
Sólo tú puedes llegar a saberlo.
Conclusión
Después de toda la información que has aprendido o corroborado, deseo que tengas un poco más claro cómo le están influyendo a tu autoestima (consciente o inconscientemente) tus hábitos cotidianos relacionados con la tecnología, el entorno, tu manera de ser y de haber sido educad@.
Al final, como siempre, es cuestión de hábitos: para bien o para mal. Y el hábito de trabajar en tu autoestima es una de las claves para sentirte bien en esta sociedad llamada erróneamente “del bienestar”.
Pero eso será quizás tema de otro capítulo en el libro de encender tu vida. Eso estimo o, mejor dicho, autoestimo.
Un placer escribir para ti, amig@.
Miguel Ángel
¡Compartir es mejorarnos!
BUENAS NOCHES
EXCELENTE ARTÍCULO, DESCRIBES TODO CON MUCHA CLARIDAD,
GRACIAS POR COMPARTIR
Buenas Romelia!!!
Muchas gracias y me alegro de que te haya gustado. Para eso estamos compañera, para compartir, reflejar mi punto de vista en base a investigación y experiencia y proponer a los demás reflexionar y practicar lo escrito.
Un fuerte abrazo!!